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A ver... Yo no me siento capacitado para explicar lo que ha ocurrido hoy en Las Ventas así que intentaré hacer lo que Don César Vidal para tratar de entender. Entradilla y enumeración:
Lo ocurrido esta tarde en la plaza de toros de Las Ventas del Espíritu Santo es un atropello a la razón y a la tauromaquia. La tormenta, los relámpagos, los truenos y hasta el granizo nada tienen que ver con la ausencia de autoridad o toreo.
Sin ánimo de ser exhaustivos paso a detallar los hechos:
1) Corrida de Fermín Bohórquez. Descastada e intrascendente; manejable para el triunfo.
2) Terna dispuesta al triunfo por la vía rápida; arriesgando con la capa e incapaz de lidiar con orden y colocación asiendo la muleta.
3) Público fácil e incoherente. Psicosis en los tendidos. Absoluto desprecio por el arte de Cúchares. El aficionado serio clamando en silencio por un rito que agoniza.
4) La autoridad condescendiente a la hora de conceder triunfos. Las orejas solicitadas por el "respetable" podían haberse rechazado todas porque no existía mayoría.
5) Ahora, mientras escribo escucho que Pepe Luis Vázquez ha fallecido. Si seguimos así no tendremos más toreros como él. Desde aquí vaya mi homenaje a un torero Grande, de época.
A esta hora no habían llegado todavía la tormenta, el granizo y las orejas Una mujer sentada a mi lado llegaba desde la otra parte del mundo, de Australia. Educada y sensible. Vio lo mismo que nosotros, animales "de compañía", emociones ausentes y triunfos a todas luces inmerecidos. A pesar de los pesares, de ser la primera vez que asistía a una corrida de toros y de no conocer los tiempos del rito algo le deslumbró: lo que puede llegar a ser esto si fuese Real. Quiere decir que no es la corrida lo que falla sino lo mal que está todo estructurado.
Juan Bautista, Juan del Álamo y Diego Silveti puede que no sean culpables de lo ocurrido sino simplemente cómplices de un espectáculo en decadencia que no exige lo que debería.
Los espacios han sido caóticos por regla general y esto es algo catastrófico porque los espacios en el toreo deben transmitir simpleza; simpleza en el miedo, en la alegría y en la tristeza. Todo a la vez y a la vez sin ser todo nos aboca al desorden y el caos, al no-sentimiento.
Una alegría entre tanto desespero ha sido la vara ejecutada por Óscar Bernal al quinto de la tarde. Dando los pechos, con la vara arriba y parando al toro. Como debe ser. |
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