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Ficha del Festejo
Mal empezamos y mal seguimos, esto de momento no tiene remedio y encima, un par de horas antes cayó sobre el barrio de Ventas, no solo agua a cantaros, sino, también bolondrones de granizo; cuando los tres alternantes hicieron el paseíllo. El cielo plomizo y encapotado, al dios Eolo le dio por soplar, salio Lorenzo reluciente y ya en las postrimerías de la corrida, en el quinto del encierro, una manta de agua que hizo huir al público de sus localidades, bajando notablemente el termómetro, terminando la tarde-noche fría y de un gris oscuro de los que dan miedo.
Como también fueron grises y oscuros, los seis bóvidos del Puerto de San Lorenzo; faltos de casi de todo. Baja presentación, escasos de trapío, escasos de fuerzas, descastados, mansurrones y hasta complicadillos, que no dieron ninguna facilidad a los tres toreros anunciados para hoy. Aunque en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey, así sucedió con el último de la corrida, el de mejor presencia y rematado, con algunas gotas de casta, pero que también terminó agotándosele, manseando, fue el que cerró festejo, pero y siguen los peros, tras el primer puyazo cantó la gallina y el festejo definitivamente se fue totalmente al traste.
Y seguimos con los “detalles”, tanto por parte del neófito López Simón, que quizá fue el que medio dio la nota alta, como “El Cid”, que toreó bien por ambas manos, pero fallando con las armas toricidas, el segundo espada era otro de los andaluces del momento, Daniel Luque que escuchó ovaciones, también por los “detallitos”. Esto no es la fiesta nacional, o por lo menos yo lo entiendo así
Con el toro “Langostillo“, nacido en marzo del 2009, marcado con el número 77, negro de capa y con 545 kilos confirmó alternativa el madrileño Alberto López Simón, un burel que escarbó, que se paró tras la suerte de varas, el torero del barrio de Barajas, nada más empezar muleta en mano fue feamente empitonado sin mayores consecuencias. El torero sacó su valor, se fue a la boca de riego y de rodillas inició un quehacer con la diestra que llegó a los tendidos, escuchando la primera ovación de la tarde, ya de pie, citó de largo pero aviesamente y buscando carne embistió el bicho, meritorios fueron los pases por ambos pitones, la palmas no se hicieron esperar. Se enfrontiló con el alfanje, pinchando en el primer envite, luego una estocada que con poca fortuna quedó delanterilla; yéndose el triunfo de las manos, ya que tuvo que descabellar de un golpe certero. Aplausos con saludos fue el resultado final. Como manda la tradición López Simón, mató el último bajo el torrencial aguacero. Nuevamente se fue a los medios con la pañosa para enjaretar redondos diestros pulcros, pero y volvemos a los peros, con la mano zurda todos los pases fueron para afuera, destacando el forzado al termino de la tanda, otro de los peros de los jóvenes de hoy en día es alargar las faenas en demasía, ello perjudica a la hora de matar; como epílogo, manoletinas ajustadas, descarándose ante los pitones del animal. Pasaportó al del Puerto de dos pinchazos y una estocada entera arriba y un certero golpe de verduguillo.
Como si el cate no le hubiese dolido, López Simón derrochó valor y voluntad Hay que volver a la lidia normal. El segundo de la tarde y que le correspondía al “Cid”, fue un toro más bien inválido que debió retornar a los corrales. Toda la asistencia protestó aireadamente, pero ni caso hizo la autoridad. Manuel Jesús tuvo lastimosamente que hacer de enfermero, con ello, hiciera lo que hiciera la afición no se lo tendría en cuenta. Pases por la cara y a darle muerte; la estocada fue entera arriba del morillo. Un silencio de sepulcro para Manuel Jesús. No se que le vio a su segundo, que se fue a los medios para brindar a la concurrencia y si que supo verlo, ya que como siempre y con esa zurda privilegiada le dio una buena tanda de naturales, rematando con torería cada una de ellas, los parroquianos le regalaron la ovación más sonora de la tarde, rubricó labor con dos pinchazos, una estocada hasta las cintas que cayó tendida; el burel se acostó, se levantó y se acostó por segunda vez, rematando el cachetero.
Los naturales salvan de nuevo a El Cid Aun queda el de Gerena, Daniel Luque; el primero de su lote fue el más escurrido de carnes, abanto y sin recorrido, sin embargo Daniel se fue a los medios y sin más preámbulos, inició faena con la mano zocata en buen son, cambió de pitón por el que el toro hizo un feo extraño, retornando a la zurda mano, pero ya el animalito se fue quedando y achuchando al andaluz, no faltaron los aplausos después de un vistoso martinete, lo malo que por tratar de sacarle algún provecho terminó ahogando al cornúpeta. Despachó al burel de pinchazo señalado arriba y de estocada entera trasera. Silencio para el de Gerena. Ya en el quinto el agua arreciaba con fuerza, pero eso no perjudicó la labor del coletudo para que citara al natural corriendo la mano y buen son también tuvieron los pases con la diestra mano, escuchando los olés de quienes aun quedaban en los tendidos. Supo meter la mano con el acero en buen sitio, al punto que el cuatreño salió muerto en pie hasta que dobló sin remisión. Muchas palmas para el espada que saludó desde el tercio.
Con el aguacero en pleno, entrada la noche, Luque cerraba así el festejo Con los garapullos destacó “El Algabeño” en un excelente par al tercero.
Otra tarde sin mayor historia y mojaditos para casita.
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