Ficha del Festejo

Al final de tan largo ciclo, otra tarde de toros, toros, los de los herederos de D. Celestino Cuadri, de una presentación impecable, bien armados, bien rematados, con trapío, encastados y enrazados, varios de ellos aplaudidos nada mas aparecer en el ruedo, otros tantos, escucharon palmas en el arrastre y ovacionado el que hizo quinto, todo el encierro murió con la boca cerrada y eso que se les pegó fuerte en el caballo; al final del festejo tuvo que salir el Mayoral para saludar la gran ovación que tributaron al ganadero los “aficionados”.

Dadas las características de los morlacos criados en Trigueros (Huelva), lo primero que había que hacer, era lidiarlos y poderles, cosa que no sucedió por parte de los alternantes, incluso Rafaelillo ya experimentado en estas lides y que atesora un gran valor, se las vio y se las deseo para salir idémne del compromiso, muy medroso ante el cuadri que abrió festejo, Javier Castaño estuvo valiente vibrante y más que aseado ante el único que mató, ya que tuvo que pasar a la enfermería. El otro de la terna era Luis Bolívar estuvo en profesional ante sus dos “enemigos”.

Rafaelillo con la diestra en su primero

Rafael Rubio “Rafaelillo” tuvo que matar tres toros por la ausencia de su compañero Castaño, caído en la batalla. Un toraco de 618 kilos, pero con trapío fue el primero de su lote, al que lo recogió bien con el capote, iniciando labor con la pañosa de dentro a fuera, para continuar ya fuera de rayas con tres redondos diestros y con la muleta planchada yendo a menos en las siguientes, con la zurda quizás le faltó encontrar la distancia, para este juntaletras, estuvo algo medroso cosa rara en el murcianico, tampoco estuvo acertado con los aceros, escuchando un recadito de la autoridad.

Un pavo fue su segundo, descompuesto de salida, no quiso ni verlo, ¿Por qué?, no lo se, pidió la espada y tampoco la cosa funcionó bien, mejor dicho fatal con los aceros.

Lanceó a la verónica en el que mató por Castaño animoso y con enjundia

Por último tuvo que lidiar el sexto, otro toro de los de antes y no digo de la guerra sino de allá por la década de los 60 del siglo pasado, al que valientemente le enjaretó una larga cambiada rodillas en tierra y unas verónicas buenas que el respetable aplaudió sin reticencias; con más tranquilidad inició faena saliéndose de rayas, con más decisión toreando a derechas en buen son, por eso se le aplaudió; de uno en uno los naturales, rematando con el doblete de pecho, quiso seguir por ese pitón, pero las tornas cambiaron, al punto que mi vecino de localidad terminó diciendo que “aburrición”; el de Murcia desperdició un buen cuadri al que mandó al desolladero de una estocada entera desprendida.

Un pase de pecho de Castaño al único que mató

Poco pudimos ver al gran Javier Castaño ya que tras la fuerte voltereta sufrida ante su primer animal tuvo que ingresar en la enfermería de la cual los galenos ya no le permitieron salir. A éste bóvido lo saludó con unas verónicas buenas siempre hacia delante y el cuadri se comía el capote. Confiando en la calidad del toro el salmantino brindó al público, quizá se equivoco; en valiente aguantó al bicorne, que desde luego no era una monjita de la caridad, le anduvo bien por la cara con la franela en la izquierda toreando a media altura, eso si con verdad, su labor fue corta pero tuvo cierta vibración. Si no llega a fallar con la tizona y con el verduguillo, posiblemente los aficionados hubiesen sacado el albo pañuelo.

Doblándose Bolivar con su toro al que no terminó de encontrar el sitio

Un toro bien rematado y con trapío igual que sus hermanos le tocó de primero al colombiano Bolívar, firme estuvo con él, se le aplaudió al torear por el pitón diestro de menos a más con esa mano, pero a menos por el cuerno contrario dada la condición del burel, teniendo que retornar a derechas en que enjaretó dos pases de buena factura, en eso consistió su quehacer. Con la toledana pinchó y perdió el engaño, para de segundas dejar una estocada arriba que fue más que sufi.

Algún natural estimable logró Bolívar en su segundo

Claro de embestida fue el quinto, segundo de su lote al tener que correr turno, no estuvo mal inicio de faena, pero luego al torear con la diestra el toro le fue ganando terreno, pero el caleño en profesional poco a poco le fue pudiendo y consiguió una tanda de derechazos de buena caligrafía, las palmas surgieron de los tendidos, con la otra mano hay que destacar un buen natural, luego perdió el engaño y la labor se vino a menos estando por debajo de su oponente. Con el sable una media estocada con vómito exagerado que disgustó al público.

De las cuadrillas: Se aplaudió al montado Ismael Alcón cuando picó al tercero de la tarde y con los garapullos escuchó palmas una vez más David Adalid de la cuadrilla de Castaño.

Y mañana finalizamos con Iván Fandiño y los Adolfos.

Fotos: Muriel Feiner