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Con ½ entrada en los tendidos se han jugado novillos de D. José Ignacio Rodríguez, muy parejos todos ellos en su presentación, aunque desiguales en su juego destacando en todos ellos su falta de fuerza. David Esteve, de la Escuela de Valencia, vuelta al ruedo. Román Marcos “El Pela”, de la Escuela de Madrid, una oreja. José Carlos Venegas, de la Escuela de Benidorm, ovación con saludos. Abel Valls, de la Escuela de Castellón, vuelta al ruedo. José Alberto Herrada, de la Escuela de Madrid, vuelta tras un aviso. Y Álvaro Santos, de la escuela de Toledo, ovación con saludos. La flojedad de los novillos lidiados en esta segunda clase práctica de novilleros, dio al traste con las ilusiones de los novilleros actuantes en el día de hoy. Aun así, cabe destacar que todos ellos pusieron de su parte para tapar las carencias de los animales, y de esta manera David Esteve, abrió festejo con una faena limpia a un novillo que no colaboró, pero que nos permitió ver que en este valenciano hay buenos mimbres, y que hay que esperarle para mejor ocasión, puesto que todo lo que hizo esta mañana fue bueno y con clase. Román Marcos “ El Pela”, cortó la única oreja de la mañana después de una actuación vibrante, en la que no faltaron los muletazos de clase sobre todo por el pitón derecho, el más potable del animal y por el que mejor se acopló Román, que después de un espadazo, recorrió el anillo con la primera y única oreja del festejo. A José Carlos Venegas, le tocó el primer novillo flojo de la mañana, y su actuación no fue muy seguida por el público, que estaba más pendiente de que el animal doblara las manos para protestar, que del novillero que realizó una faena aseadita a un animal con poco gas. Abel Valls, es un novillero muy espigado que realmente se tiene que plantear el paso de escalafón, dado que su enorme estatura no le luce delante de la cara de los novillos erales, y es muy probable que se le respete más en la cara de los utreros, además demostró que tiene las ideas muy claras, y pegó los mejores muletazos con diferencia de la mañana, en varias tandas de naturales que remataba perfectas con los pases de pecho. Aun así, no se le valoró realmente lo realizado con su novillo. José Alberto Herrada, llevó a cabo una labor muy centrada y torera, tanto con capote como muleta, y estuvo muy por encima de su oponente en todo momento, hasta que llegó la hora de matar, en donde José Alberto no estuvo todo lo fino que se podía esperar y echó a perder una buena faena, recibiendo un aviso y enfriando el buen ambiente que había creado. Cerró festejo, el toledano Álvaro Santos, que ya en sus intervenciones anteriores en quites y con los palos, había demostrado mucha clase y con las banderillas mucho poder, y como no podía ser de otra manera, en su novillo volvió a estar tremendo con los palos y con las telas, en todo momento estuvo torero y con mucha clase, lastima que como su compañero anterior estropeó con la espada todo lo bueno realizado con capote, banderillas y muleta. |
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