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La novillada de Guadaira ha lucido una presentación sin macula, en general todos bien armados, con las carnes justas y con lámina de toro la mayoría. 'Pintor' primero del lote de Gómez del Pilar Gómez del Pilar se ha llevado el lote bueno: Pintor y Hortensio, dos buenos novillos para triunfar. Pintor fue corrido en segundo lugar, de pelo castaño –como cinco de los lidiados- bociblanco, largo, serio, ligeramente tocado. Había salido suelto del saludo y tirado testarazos al caballo en la primera entrada; sorprendentemente se arrancó de largo en la segunda vara. En banderillas flojeó de manos. Llegó con bondad a la muleta. Fue pronto por ambos pitones además de repetidor, de mejor nota por el izquierdo por embestir más humillado. Bueno en conjunto para el torero. Hortensio, lidiado en quinto lugar hizo que se cumpliera el dicho... Mostró cuajo de toro y estaba bien armado por delante. Desde el inicio se mostró claro por los dos lados. Tomó un puyazo largo del que salió renqueante; al segundo fue de largo, perdió las manos en la suerte y le dosificaron el castigo. Fue pronto –toda la novillada excepto el sexto que espero y berreó- en banderillas. Flaqueó en el inicio del último tercio, pero sacó casta y se mantuvo. Por el pitón izquierdo expresó la embestida perfecta, templada y humillada, arrastrando el hocico por la arena en varias tandas. También lo hizo por el diestro, emborronando la lidia al echarse. Acompañando a la nobleza lució fijeza, prontitud y temple. Fue aplaudido al arrastre.
La suerte contraria ha tenido Alberto Durán, su lote ha sido muy desapacible. Platanero fue el primer novillo de la tarde, el único que desentonaba con el resto que tuvieron cuajo de toros; Platanero, aunque de bonitas hechuras y bien puesto de pitones, era poquita cosa, flaco; el único de pelo negro del encierro. Fue noble en los dos primeros tercios; en varas no le castigaron y llegó sin poder a la muleta. Terminó reservón sin querer pasar. El segundo de Alberto Durán respondía a Candil –apagaducho diría yo-, lució el pelo predominante hoy, castaño. No terminó de entregarse en los lances de recibo, muy distraído. Alguna duda tuvo antes de entrar en liza con el jamelgo, amagó pero empujo fijo después; en la segunda embistió con genio. Fue deslucido en los dos primeros tercios y así acabó su historia en Las Ventas. La voluntad le pudo a su fortaleza: más actitudes que aptitudes, mostró. Damián Castaño se las vio primero con Canallito –hoy no los ha habido-, algo vareado, serio, descarado de pitones. Repitió en el capote por arriba, le costaba humillar. El primer puyazo fue corto pero Canallito apretó; con menos poder se mostró en el segundo. En banderillas, aunque galopaba y fue franco, mantuvo el defecto de llevar la cara alta. En la muleta fue noble, pronto y codicioso, aunque le faltó entrega, embistió calamocheando en exceso. Ha estas alturas de la novillada, estábamos en el tercero de la tarde, habíamos anotado más nobleza que casta y el final fue justamente ese. Animador cerró la tarde, el más pesado del encierro -529 según tablilla-, algo cornicorto y delantero, con volumen y la romana mencionada. Fue bruto de salida, le faltó entrega camino de varas: peleó bien en el primero y calamocheó en el segundo. Le castigaron poco. Esperó a los rehileteros y berreó. En la muleta también se acompañó de ese quejio. Repitió rebrincadillo y le faltó clase por el izquierdo; por el diestro tiró tornillazos sin maldad queriéndose quitar el trapo de delante. Fue deslucido. Lo dicho, ha habido más nobleza que casta y más casta que poder; el toro ideal es el que soporta esta trilogía en sentido contrario: Poder, casta y nobleza. Pero ver embestir a Hortensio ha sido una delicia. Hasta mañana.
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