|
Lo vivido esta tarde en la Monumental de Las Ventas se puede resumir en esas palabras: voluntad e ilusión. Voluntad e ilusión de un chaval de Illescas (Toledo) llamado Gómez del Pilar y que ha estado a punto de abrir la primera puerta grande de la feria. El joven diestro ha convencido e impactado a la afición venteña con su frescura, valor y entrega sin límites. ¡Así!, así se debe venir a Madrid. Como cualquier novillero que se precie, este chaval tiene mucho que pulir y se le podrán reprochar algunas cosas, pero en general esta tarde ha dado un grandísima dimensión. Y lo que es más importante: ha dibujado una sonrisa en los rostros del público y les ha hecho felices durante un par de horas. En Las Ventas y en los toros en general no sólo cuenta la ortodoxia, el buen toreo, el cumplir siempre con las normas. El toreo también es improvisación, pasión y esto es lo que ha derrochado hoy Gómez del Pilar. Además ha toreado muy bien con la muleta sobre todo a su segundo y toda la tarde ha estado muy variado con capote y muleta. De no ser por el fallo con el estoque estaríamos hablando de tres orejas y un gran triunfo. Aunque todo quedó en una, sin duda, su nombre será uno de los más destacados de esta edición de San Isidro. A portagayola se fue en sus dos novillos, saliendo apurado en el quinto Pero no sólo mostro voluntad e ilusión Gómez del Pilar, también dos banderilleros. Uno de ellos fue David Adalid y el otro Fernando Sánchez. Este último, a pesar de su condición de tercero, se convirtió en protagonista y más que nunca en primero. Intentó lucirse en el segundo de la tarde aunque los palos no quedaron como el deseaba. Pero consiguió desquitarse en el quinto al clavar dos sensacionales palos como Dios manda. Citando al toro, acudiendo a él andando y con los palos abajo, sacándolos después desde abajo y clavando en la cara asomándose al balcón. En definitiva, en la tarde de hoy en el coso de la Calle Alcalá se demostró que el esfuerzo, la voluntad y la ilusión por hacerlo bien también tienen su recompensa.
|
|