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Ficha del Festejo Con el calor que hacia, la actuación de los bóvidos y si a ello le sumamos la actuación de la terna, la tarde salió soporífera, tras salir por la puerta de chiqueros 8 toros, mejor dicho 8 medios toros impresentables para Madrid “la primera Plaza” del mundo taurino y la feria en que se fijan el resto de los cosos del mundo mundial. Desde los tendidos el grito de ¡Tooros tooros!, fue unánime y no solo del tendido 7 que ya es decir. Con otra autoridad y con otro equipo de veterinarios, quizá la corrida de hoy no hubiese pasado el reconocimiento. Ya es hora que se respete al público pagano. La corrida de Núñez del Cuvillo, fue un fiasco, apenas uno sacó la cara por sus hermanos de camada, el lidiado en cuarto lugar, que fue fuertemente aplaudido camino del desolladero, los demás incluidos los dos sobreros, para el matadero pero sin pasar por una plaza de toros. Sin fuerzas en el caballo, que un día mas la suerte de varas fue una pantomima, no sangraron ni para hacer un simple análisis, con esto que pueden hacer los “matadores de toros”; pues nada de nada. Confirmó alternativa Diego Silveti Un día más había confirmación y también a un mexicano de estirpe torera y de la buena como la Silveti; mucho esperábamos de Diego Silveti tras la excelente campaña del año anterior, pero prácticamente se estrelló con lo que le tocó en el sorteo. A Castella, el público lo recibió con una ovación tras su cornada recibida en su comparecencia anterior, medio salvó el sopor en el cuarto del festejo y Daniel Luque, pasó de puntillas por eso del torero moderno, que hoy no gustó ni a los nuevos aficionados que tarde tras tarde casi llenan los tendidos.
Cerró su primera faena con manoletinas Silveti El ejemplar de Núñez de Cuvillo que abrió plaza y que le correspondía a Silveti por Confirmar, de nombre Tarifeño con apenas 521 kilos sobre su lomos, herrado con el número 45 y nacido en diciembre del 2007 (para las estadísticas), más parecía un novillote y para más INRI flojeo desde que salió de toriles. El mexicano estuvo muy bien en el quite por gaoneras como Dios manda, es decir citando y llevándose el percal a la espalda; tampoco estuvo mal con la franela desarrollando un quehacer más que digno por ambas manos, incluso en algún momento logró hasta ligar y templar siendo fuertemente aplaudido en epílogo por manoletinas. Pero pinchó dos veces con el sable en los dos primeros embroque, para finalmente dejar una estocada casi entera en buen sitio doblando el animalito. Palmitas desde los tendidos.
Con el sobrero de Salvador Domecq, alto de agujas ofensivo de cara, pero rebrincado de embestida, estuvo vulgar con el capote y a mi entender tras brindar al respetable, equivocó el planteamiento de su labor, al iniciar la faena en la boca de riego sin más probaturas, citando con la diestra y desde allí el morlaco le fue comiendo el terreno no haciéndose con él, tampoco le dio la lidia adecuada, sobresalió una trincherilla y pare usted de contar. Despachándolo de una estocada entera arriba algo traserilla y tendidilla. Silencio en la plaza. Media de Castella a su primero El segundo del festejo correspondía a Sebastián Castella y era un sobrero de Carmen Segovia, al que saludó con tres verónicas de buen corte y mejor aun fue el quite por chicuelinas tras la simulación del tercio de varas. Lo demás yo diría que no cuenta, ya que el burel se le paró, con buen criterio y dada la experiencia, tomo la espada para recetar una estocada baja con la que cayó el animal.
Comienzo de Castella en la faena del cuarto Otra cosa fue su quehacer en el cuarto, un toro que servia como se dice ahora y que rompió a bueno en el último tercio. Como es ya su costumbre recibió con la pañosa con un largo cambiado por la espalde seguido de un vistoso cambio de mano, escuchando la primera ovación de la soporífera tarde, ya el trapo rojo en mano diestra cuatro redondos de buena caligrafía rematando con el forzado, más palmas para el francés tras otra tanda de cuatro en que logró ligarlos, al natural también otros tres pases de buen corte, un circular invertido completo su quehacer; si llega a estar acertado con el acero en el primer embroque, seguro que el premio hubiese sido, una peluda, se negó a dar la vuelta al ruedo, quizás por los dos avisos, saludando simplemente fuera de rayas.
Luque al natural con su primer oponente Sin fuerzas fue el tercero, primero de Daniel Luque, por ello ni siquiera le metieron las cuerdas en varas. Ya con la muleta en la mano y en las afuera quiso torear por el pitón derecho con esos medios pases que ahora se acostumbra, con la izquierda nada, sonaron palmas de tango de la afición, por la infinidad de pases sin ton ni son, estallando el ¡boom petardo!. Con la espada se salió del embroque y dejó una estocada entera, trasera y desprendida. Silencio sepulcral en los tendidos.
Intentó torear de capote el sevillano pero no cuajó su labor El de más peso fue el quinto, pero se dejaba, buenas fueron las verónicas de saludo. Con los trebejos y la montera en mano se fue hasta el platillo para brindar al soberano; iniciando labor con pases por alo, luego los derechazos fueron aceptables, tras la segunda tanda escuchó palmitas, pero luego se decantó por el toreo llamado moderno, nada por aquí nada por acá. Aliviándose entró con la tizona para dejar una media estocada a la que siguió un certero golpe ce cruceta.
Y colorín colorado el cuento ha terminado. Fotos: Muriel Feiner |
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