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Hoy estaban anunciados dos toreros del famoso G-10 y un prometedor joven mexicano, que venía a confirmar su alternativa, con los famosos toros de Juan Pedro Domecq, a los que algunos “listillos” papanatas taurinos premiaron en la feria del año pasado como los mejores del ciclo, por ser sobre todo “nobles”, es decir tontos y casi perrillos domésticos, incapaces de tirar una cornada (algo a lo que debería estar siempre obligado a hacer un toro de lidia para ser catalogado así) y a los que sus criadores preparan para que salgan ya sin necesidad de ser picados, en resumen esa lacra y porquería de ganado que se está cargando la fiesta, hurtándonos inicialmente una tercera parte del espectáculo, es decir la suerte de varas, aunque en tardes como hoy también nos roban los otros dos tercios.
Para que los toros pasasen sin problemas el reconocimiento trajeron una corrida con cuatro cinqueños (única forma de que los toros tengan unos pitones un poquito más aparentes, ya que con un año menos nunca hubiesen podido aprobarse en Madrid) pero varios de ellos estaban escurridos y con escaso trapío y fueron protestados de salida por su anovillado aspecto. “Esto son novillos, aunque sean de cinco años”, decían en el 7. En cuanto a fuerza, su poder era tan escaso que para que pudiesen aguantar hasta el final se les simuló a todos hoy la suerte de varas, pues las dos veces que cada uno acudió a los montados se les dió lo mínimo, se les sacó del caballo en cuanto sentían el picotazo y como tampoco había bravura los toretes se repuchaban y no apretaban, con lo que alguno no sangró ni para un análisis. Tampoco estaban fuertes de extremidades, pues a veces se trastabillaban tanto de manos como de cuartos traseros (sin llegar a derrumbarse, eso sí). Y lo más importante, su casta no existió como tal debe entenderse, por lo que se puede decir que los toros de hoy fueron BASURA, que una incompetente autoridad en el palco mantuvo antirreglamentariamente en el ruedo, desoyendo las protestas de los que mantenemos esto pagándolo con nuestro dinero, por lo que esta tarde fuimos estafados por una serie de taurinos (empresa, ganadero, toreros y sus misceláneos), amparados todos ellos por un comisario de policía. Y vuelvo a decirle desde aquí, aunque ya se lo he dicho alguna otra vez personalmente a don Julio Martínez Moreno, el del palco de hoy, que muchos del 7 consideramos que un toro que no pueda aguantar - COMO MÍNIMO - dos varas de verdad en Madrid (no simulacros o picotacitos) debería ser devuelto a los corrales por inválido, para cumplir con el reglamento. Lo dije el otro día y lo repito. Y usted está en el palco para que esto se cumpla.
Una de las monerías de Morante en la tarde Morante a su flojo primero no quiso ni verlo y al cabo de siete pinchazos saliéndose de la suerte y sin pasar acertó con una corta, escuchando una sonora bronca. En el otro simuló algunas posturitas metiendo tripa y componiendo la figura una vez que pasaban los pitones, haciendo que sus partidarios pudieran jalearle y justificar la actuación del “artista”. A pesar de ello, el resto de la plaza le pitó.
Talavante, con este material de cuarto-y-mitad (ni siquieran eran medios) de tales toretes, se mostró incapaz. Éste ni posturitas ni capaz de componer la figura, por más que buscó a los isidros aplaudidores del sol. Como decía Rafael El Gallo: “Lo que no pué ser, no pué ser y además es imposible”.
Y el debutante toricantano de Aguascalientes Juan Pablo Sánchez (el más interesado en aprovechar la ocasión) fue el que más afán puso pero con tal basura es imposible crear nada (ni siquiera Tàpies). Para colmo de la tediosa tarde, el sexto se echó a mitad del conato de faena hasta dos veces antes de entrarle a matar, mostrando su descastamiento total.
Y como estábamos tan cabreados al finalizar, volvemos a insistir en que sin toro nada tiene importancia. Por tanto las “monerías” que hicieron o intentaron los toreros hoy ante tales porquerías no merecen mencionarse ni recordarse. Que no vuelvan por ahora los “juampedros” a Madrid, a la nevera por un par de añitos y luego ya hablaremos. Aunque en el 7 se decía al salir de la plaza que algún implicado en la estafa de esta tarde debería al menos visitar la cárcel.
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