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Primer paseíllo de la feria

Por fin con buen tiempo hoy dio comienzo el largo serial de la feria de San Isidro 2012. Lució Lorenzo, subió la temperatura y no apareció el molesto viento venteño.

Como todos los años y aun fuera de la plaza, los abrazos y saludos cariñosos entre los aficionados feriantes que no se veían desde el año pasado en la feria otoñal, los consabidos comentarios sobre si son buenos o malos los carteles, si tendremos sorpresas o no, que falta tal o cual torero y así transcurre el tiempo hasta que entramos en la plaza, llenos de ilusión, esperando ver un buen festejo, pero tras lo ocurrido en esta primera de feria, todo quedó en agua de borrajas, teniendo que salir cabizbajos y entristecidos, camino de nuestros hogares.

La culpa en ésta ocasión como en tantas otras la tuvieron los toros de “El Cortijillo” y el de Lozano Hermanos lidiado en 4º lugar.

Corrida mansa, descastada, sin fuerza; con ese material, cualquier torero por bueno que sea se estrella, por más voluntad que tenga y venga pensando en el triunfo soñado. Entre pitos y silencios se fueron los seis ejemplares de procedencia Carlos Núñez, que crían los Hermanos Lozano al desolladero, no hubo ni uno para ser destacado en ésta crónica. De peso medio en la báscula 550 kilos.

Fue una pena que la Confirmación de Alternativa del sevillano Antonio Nazaré, pasase sin pena ni gloria, que Abellán no pudiera remontar y que Leandro con mucha voluntad apenas pudiera estar aseado.

Nazaré confirmo con un toro llamado “Chaqueta”, nacido en diciembre del 2006, herrado con el número 7, frenado en los capotes, rebrincado en el jaco y rajado en el último tercio, qué podía hacer el de Dos Hermanas, intentar por lo menos justificarse ante la afición madrileña y así logro unos muletazos en buen tono, pero abusando del pico, destacaremos un trincherazo cartelero y las manoletinas de epílogo que no calaron en el público. Rubricó labor de pinchazo sin soltar y una estocada entera desprendida, degollando al pobre animal.

En el que cerró festejo, el más pesado del encierro 570 kilos sobre sus lomos, fue un toro descastado y desrazado, poco pudo hacer por faltarle “enemigo”, lo intentó todo pero a la postre terminó aburriendo al personal, posiblemente lo que mejor hizo fue al segundo embroque meter bien la mano con la espada aunque ella cayera trasera que fue más que suficiente para entregarlo al tiro de mulillas.

Un manso, distraído y midiendo fue el primer toro del lote de Abellán, que fue de oca a oca en el caballo. Se dobló muy bien con el manso al inicio de faena, pero allí quedo todo, no había toro, que embestía más por inercia que por otra cosa; estuvo aceptable por el pitón derecho, pero por el contrario el burel dijo nones, como dijo que tampoco ni tampico a la hora de su muerte.

Otro manso al igual que sus hermanos fue el cuarto, que también fue picado en la puerta de primeras, ya en contra querencia aunque el varilarguero tuviese que salirse fuera de su jurisdicción recibió el segundo puyazo. En el último tercio termino rajándose, buscando chiqueros, el madrileño en esos terrenos se esforzó, pero todo fue inútil. Lo cuadró para matarlo y tras el primer embroque en que apenas pinchó, se resbaló en la cara del toro que afortunadamente nada pasó, al segundo encuentro dejó una estocada arriba pero trasera, teniendo que utilizar el de cruceta hasta en tres ocasiones.

Nos queda el torero vallisoletano Leandro. Anovillado y con muy poquita fuerza fue el tercero, primero de su lote. Buen inicio de faena sumando ya fuera de rayas tres pases diestros en buen son rematando con el de pecho, las primeras palmas de los feriantes a más fue la segunda tanda pero muy corta; arriesgó con la otra mano ya que el cornúpeta le avisó en más de una ocasión, pero sereno estuvo el de Valladolid, destacando el forzado barriendo los lomos. Con la espada, primero pinchó en los bajos para luego dejar una media estocada traserita que fue suficiente para dejarlo sin vida.

Otro manso fue el 5º, que hubo que picarlo en la puerta de chiqueros. No se que le vio Leandro al cinqueño que brindó al público. Ya que más bien tuvo que perseguir al cornúpeta para poder sacar algún pase estimable y con buena caligrafía por el pitón diestro y un par de naturales sin mayor transmisión; desfondado por la mansedumbre de su oponente tomó la toledana metiendo bien la mano y dejando una estocada entera perpendicular, teniendo que hacer uso del verduguillo a la primera.

Las cuadrillas:

Desmonterándose Miguel Martín de la cuadrilla de Leandro. Aplaudidos Rafael González de la misma cuadrilla y Vicente Yangüez “El Chano”, a las ordenes de Abellán. Muy bien bregando: Rafael González, David Navalón “El Jaro” y Miguel Martín.

Por su aseado quehacer fue despedido con palmas Leandro.

Esperemos que el festejo de mañana nos depare algo mejor.