Alrededor de quinientas personas asistieron esta tarde al coso de Insurgentes. Se lidiaron novillos de Jorge Hernández Andrés, de feas hechuras, dóciles, chicos y corralones, desproporcionados que dieron buen juego. Carlos López: Silencio tras aviso y silencio. Isaac Chacón: Saludos y pitos. José Benítez: Pitos y pitos. Con qué merecimiento estos hombres fueron llamados a pisar la Plaza México. Desconocidos que a nadie interesaron. Aparentaba haber más gente en el callejón que en los tendidos. No comprendo el por qué programar a dos señores y un joven que no aportan nada. Carlos López con muchos años y kilos encima estuvo mal. Es cierto que para sus escasos conocimientos el primero fue complicado, pero su segundo fue bueno y se dedicó a pegar pases que aburrieron al escaso público. Isaac Chacón también estuvo mal. También con muchos años encima se atrevió a salir al tercio en su primero cuando tuvo una actuación que dio pena. En su segundo quería que se hablara bien de él por dar una vuelta, pero no contó con el público que lo regresó ridiculizando la descarada intención de triunfar mediante una falsa vuelta. Parece ser el medio más cómodo para llamar la atención, pero en México no es así. A José Benítez no se le vio nada importante. Sólo demostró el escaso sitio y la falta de valor. Fue pitado en sus dos actuaciones tras desperdiciar buenos novillos. Lo mejor del festejo fue la salida al tercio de Pablo Miramontes tras buenos pares de banderillas en el tercero. |