El sábado se celebró la segunda novillada sin picadores del ciclo organizado por la plaza de Cali. El festejo resultó triunfal pero polémico por la aprobación de dos indultos a dos erales de la ganadería de Ernesto González Caicedo sin haber sido picados. A todas luces los indultos no tienen razón de ser pues al no haber ido a los caballos no se tiene la verdadera medida de la bravura de los astados. Con todo y esto los novilleros estuvieron entonados y la gente se la pasó en grande. El resultado global del festejo fue el siguiente: Con tres cuartos de plaza, se lidiaron erales de Ernesto González Caicedo de desigual presentación y buen juego. César Manotas, palmas en su primero y dos orejas simbólicas en su segundo, de nombre "Ebanista", Alejandro Chacón, silencio en su primero y palmas en su segundo. Al final del festejo pasó a la enfermeria por las volteretas que sufrió durante la lidia del quinto de la tarde, Juan Camilo Alzate, que con la capa estuvo variado y hasta mostró un quite de su autoría, obtuvo silencio en su primero y las dos orejas simbólicas del que cerró la tarde, de nombre "Manito". Al final del festejo salieron a hombros el ganadero junto a Manotas y Alzate. |