|
Una importante corrida de Jorge De Haro y un entregado y muy torero Leonardo Benítez, han dado como resultado una tarde emocionante e interesante, en la corrida celebrada la tarde de este sábado en el lienzo “Pérez Luna” de la ex hacienda hidalguense de Mazatepec. En tarde soleada y de temperatura fresca, se lidiaron astados muy bien presentados, con el hierro de De Haro, primero y segundo aplaudidos en el arrastre, tercero flojo, el cuarto y el encastado. Leonardo Benítez: Oreja y oreja. Federico Pizarro: Palmas y oreja Leonardo Benítez con el primero, ha estado muy bien al torearlo a la verónica. Quitó por chicuelitas rematadas con media. Banderilleó de forma magnífica en tres cuarteos. Con la muleta inició su labor por alto, dibujando una tanda templada y de buena concepción por el pitón derecho con algunos en redondo que la gente le reconoció con fuerza. Cuando se pasó la muleta a la mano izquierda, el animal que si bien tuvo calidad en la acometida y fue un punto encastada, comenzó a buscar la zona de tablas. El torero estuvo entregado, logrando pases importantes, aguantando por momentos las dudas de la res. Lo despachó de pinchazo y estocada caída, para cortar con fuerza una oreja. Con su segundo, nuevamente ha toreado muy bien a la verónica. Complicado resultó el segundo tercio además de ser mal lidiado el toro. El torero comenzó a doblarse con el burel cuando tomó la franela, que tuvo una embestida áspera pero que pedía que le llevaran bien toreado. El torero ha estado firme en una lidia emocionante que transmitió al tendido. Logró tandas con la diestra en las que llevó sometido al astado así como con largueza. Por el izquierdo, en una faena desarrollada en los tercios, logró muletazos de un gran temple y largueza con tandas bien rematadas con los de pecho intercaladas con algún adorno. Lo mató de pinchazo y estocada caída, para cortar con fuerza una oreja. Federico Pizarro, toreó bien a la verónica a su primero. Con la muleta, los muletazos, a un buen toro, noble y repetidor, con clase y recorrido, fueron técnicamente limpios, impecables, pero solamente dejó pasar al toro, no siempre lo llevó toreado además de ser desangelados y sin convicción. Lo lidió y mató de dos pinchazos y estocada caída, para ser aplaudido. Con el que cerró festejo la gente le agradeció su voluntad, logrando un par de tandas estimables con un toro que repitió con franqueza y clase la embestida, pero que después comenzó a quedarse muy corto. Estuvo firme, epilogando su labor con un abaniqueo por la cara, señalando un pinchazo y casi entera caída, para cortar una oreja. Antes de iniciar el festejo, los becerristas hidalguenses Manolo Roldán y Javier Gallardo, lidiaron un par de becerras que fueron mansurronas con las que los chavales han estado bien, siendo muy aplaudidos al final de sus respectivas labores. |
|