Con una Corrida de rejones, se cierra el ciclo Comunidad, San Isidro y Aniversario -demasiado largo- en su edición 2011. Se ha rozado el lleno en las Ventas y con la ilusionante presencia de mujeres y niños; creánme veo más futuro para la Fiesta en ellos, que con claveleros, ayatolah y componentes -incluyo el periodismo trincón- del Cinturón de Acero.

Fermin Bohórquez Escribano, titular. Su corrida no pudo estar mejor presentada, pero a la vez, no pudo ser más inexpresiva y menos brava. Estos, para nada, fueron aún siendo del mismo hierro, como los que se corrieron (de corrida) en Jerez, dando lugar a la pretendida y exhimia ridiculez de Fermin Bohórquez  tratando de indultar a un toro, inxplicablemente. Los ganaderos de murube-marialvos, se autoexigen, para orientar la crianza de sus reses, continuidad y bravura en las embestidas; pues las reses de de los murube-urquijos de Don Fermín sólo peseían trote cansino y cabestrero manifiesto, con el que trataron de colaborar -palabra moderna- y, tontura irredenta irrevesible. Solemne mansedumbre, imposible de tapar por lidia sabiamente administrada por los tres caballeros en cartel. Mal camino! Cuando los tres encierros precedentes en Rejones, presentaron reses que “decían” y con las dificultades lógicas desde la casta, poca sí, pero casta.

Mal uso de Bisbal. Andy y la rueda-rueda

Andy Cartagena Inexplicable, silenciada su labor en ambos; más sereno, más en lidiador, pero menos eficaz (su primero imposible) preguntándonos, como un caballo de tercio final, como es Bisbal, solo sea usado para preparar la “rueda rueda” -ahora se llama carrusell- orientándola a una suerte suprema a traición; cuando Bisbal tiene demostrado que es capaz de ejecutarle por la afueras a cualquier toro metido en tablas.

En el centro de la suerte, Fandi obligado de boca y cargándola

Lamento no poder comentar con mayor amplitud una labor basada exclusivamente en alardes y propuestas, para ejecutar fuera de suerte y bajo. Si acaso Fandi, nuevo en la cuadra, muy jaleado desde el callejón, entrando con medida y el poderio, y la potencia de un físico importante para cuajar en un firme caballo torero. 

Violín afinado. Montes clava perpendicular

Alvaro Montes, con sus elevadas, piruetas, cabriolas y lanzadas, quiere elevar el ánimo de la plaza; bien y hasta ahí, sin mayor importancia ni trascendencia que no fuere predisponer al público y al aficionado para prestar atención a su labor; labor, que estuvo compuesta de suertes, en las que sí hubo mucha de esa importancia, a saber: En castigo con Jamo reuniendo, aunque sin demasiado ajuste; en banderillas de poder a poder, tanto con Cuchara como con Zipi, en el platillo, ganando el pitón sin meter pico -irse al pitón contrario a toro parado- y cuadrando para clavar perpendicular al estribo; el violín de Montes, hoy con Zipi, es el que admitimos en el Toreo de a Caballo -a pie nunca- ganando el pitón -la cara- y ejecutando a la altura del pecho para salir al estribo; diría que con más pureza que en las ejecuciones por el pitón de la suerte, tan generalizadas y perniciosas al anca.

Oreja ganada a pulso y refrendada

Cuadra nueva, que no tan nueva; siempre tuvo estos caballos en preparación, los que aunque obligado por las circunstancias ha sacado esta temporada -hoy en las Ventas- respondiendo muy aceptablemente, caso de Macande, muy joven, y de capa albina, encarando y ligando tras pirueta, para clavar arriba dos palos de lección. Mató perfecto en sus dos toros, con Bandolero, dignificando la suerte suprema del Toreo de a Caballo. Saludos y oreja.

Morante cargando la suerte

Diego Ventura, oreja y oreja que le supuso una nueva salida a hombros de la Primera del Mundo. No había toros, mal; pero había caballos y disposición para hacer lo que fuere para obtener el triunfo. Había que lucir a Maletilla y a Triana en el primer tercio, con su toreo en redondo y acusado de recortes sobre posteriores, aunque no fuere lo más adecuado para obtener continuidad en las embestidas; pero como estaban Nazarí con sus dos pistas templando, Distinto con sus quiebros en toriles y andándole a los toros -en los dos-; y Sudeste y Morante -el de los mordiscos- con su cargar la suerte tras ganar el pitón sin exagerar las batidas, pues que las orejas ya estaban en el esportón a sabiendas de que Califa se va estar allí, con el rejón de muerte, el tiempo que haga falta, incluída “toma y daca” si preciso fuere, como con el sexto.

Morante y sus mordiscos MAL; Ventura, PEOR

Cierre a Mordiscos dice nuestro Director. Que...Feo!

Fotos: las-ventas.com