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Ha sido un despropósito. La ganadería principal era La Palmosilla y solo se aprobaron cuatro. Los cuatro salieron malos. Uno se piró al corral y pudieron ser más. Ayudaba Mari Carmen Camacho con dos toros y los dos ya han sido olvidados. El sobrero de El Torero salía disparado y eso fue todo. La historia se repite y las corridas de a pie se despiden con la cabeza gacha dejando espacios que transmiten más pena que miedo. Una pena y mucho miedo. Beñat se indigna en Sol y Gonzalo en Las Ventas.
La corrida quedó en un mano a mano tras de lo que a continuación se menta:
Miguel Abellán sufre. Tras de lidiar mal a un mal toro recibió una cornada en la cara mientras entraba a matar. Abellán se encontró con el pitón en la cara y la sacudida fue violenta y seca. El espacio transmitía tragedia. Abellán salía de la cara del toro tambaleándose pero erguido; al llegar al burladero y ya en un espacio de salvaguarda el diestro cayó y fue portado a la enfermería ante el estupor de la plaza. El marmolillo murió después a manos de El Fandi que intuía que banderillearía a tres.Miguel Abellán es llevado a la enfermería tras la cogida Y lo hizo. Con tres. A nuestro pesar casi todo era indigno. El Fandi se lució "a su manera". Algún par suelto tuvo mérito pero tanta carrera despista. Nada nuevo bajo el sol. Es el granadino de siempre. El que espacia sin profundidad y se aleja del toreo. Tres faenas de muleta tres. Nada, la nada. Sin letras ni sentimientos ni espacios a expresar. La nada.
Daniel Luque aséptico. Se puso los guantes y saneo una faena limpica limpica. Nulo el sentimiento. Abundancia de pico y circunvalaciones. El torete de traca, como la feria. Su segundo iba camino del averno pero tenía parada y fonda en el albero de Las Ventas. Inexistentes las fuerzas, la casta y la bravura. Literalmente la nada. Luque entro al quirófano y no pudo operar.
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