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Tras la anodina corrida de ayer de la Beneficencia, hoy retomamos la feria del Aniversario en su segundo festejo, con mucho cemento en el coso venteño, no llegó ni a media entrada y también fue una tarde gris. Hoy eran muy esperados los llamados toros del frío de Antonio Bañuelos de los campos burgaleses de allí eso de toros del frío, nos dejaron fríos por su comportamiento; preciosos de láminas, bien rematados, armaditos, con trapío, pero muy escasos de fuerzas al punto que el segundo de la tarde regresó a los corrales por su manifiesta invalidez, los cinco restantes, como las empanadas de viento de mi tierra, muy esponjosas y apetitosas pero sin nada dentro, eso fue lo que sucedió con toros dignos de Madrid por su impecable presentación, pero sosos, abúlicos, faltos de raza y casta; medio sacó la cara el sexto, que de principio dio juego pero apagándose muy pronto, todos pitados en el arrastre, menos ese sexto que escuchó palmitas cuando el tiro de mulillas se lo llevaron. El sobrero de Adelaida Rodríguez, lidiado en cuarto lugar, por correrse el turno, tampoco fue para tirar cohetes por su falta de casta. El peso medio en la romana fue de 552 kilos. Trincherazo de Víctor Puerto Víctor Puerto.- Poco o nada podía hacer ante un toro que embestía con las manos por delante y yendo de oca a oca y tiro porque me toca con los montados demostrando su poca o nula casta, el manchego quiso pero no fue posible hacer nada por ningún pitón, pasaportándolo de una media estocada bien señalada que fue sufi. Silencio.
Sentado en el estribo inició labor toreramente con la pañosa, sumando un par con la diestra pero el burel le avisa y en un nuevo intento lo levanta con un derrote en la corva; un regalito era el de Adelaida, sus ganas quedaron en eso en ganas. Tomó la toledana para dejar dos estocadas casi enteras, uno atravesado y el otro arriba, teniendo que utilizar el verduguillo en dos ocasiones. Silencio. El Capea remata una media con el capote Pedro Gutiérrez “El Capea”.- Bien de salida con la muleta y un par de redondos diestro en buen son que se le aplauden, pero eso fue todo, tampoco estuvo acertado con las armas toricidas. Silencio.
El quinto fue un toro que se negó a pasar ni embestir por ninguno de sus pitones y el de Salamanca se nos puso machacón hasta aburrir a los parroquianos. Con la espada, una estocada casi entera perpendicular y un certero golpe con el de cruceta, dieron cuenta del bañuelito. Silencio. Confirmó Jairo Miguel y dejó buena impresión Jairo Miguel.- El cacereño - tlaxcaleño, ha dejado una buena imagen en su confirmación de alternativa; ante su primero el toricantáno saludó al burel con verónicas acompasadas de buen corte rematando con una media al estilo mexicano, pero el del frío cantó la gallina en varas, saliendo suelto, en el último tercio el cuatreño fue aquerenciándose y se le puso imposible. Solución; matarlo de pinchazo, entera desprendida y dos golpes de verduguillo. Silencio.
Entrada a matar de Jairo al toro de su confirmación En el sexto el chiquillo empezó a lucirse primero con el capote, luego con la muleta, citando de largo con la derecha en la boca de riego y atemperando la embestida de su oponente, las tandas fueron de menos a más, rematando ya sea con el de pecho o con un martinete oportuno, ovación justa de los parroquianos, cambio de mano intentado torear por naturales que le salieron bien pero sueltos sin ligazón, al tercer pase, el toro se desfondó parándose y negándose a embestir. Todo esfuerzo fue inútil, más aun con la espada, el toro no acudía al cite y pinchó en dos ocasiones, el último más hondo que hizo daño teniendo que rematar con el verduguillo al primer golpe (aviso). Palmas para el de Cáceres.
Las cuadrillas: Nada que destacar de los varilargueros y si de los banderilleros. Raúl Cervantes aplaudido al parear al cuarto, José Luis López “Lipi” y Ángel Otero se destocaron en el último de la corrida tras realizar un estupendo segundo tercio. Corrida sin mayor trascendencia. |
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