El titular no se lo dedico a la corrida de Cuadri en concreto, que al menos ha estado excelentemente presentada, nos ha hecho disfrutar del tercio de varas, sus pupilos ha sido mansos, pero duros y complicados y uno de sus toros ha dado juego. Me refiero al conjunto de la feria y, por extensión, al resto de la tauromaquia que nos vende durante el año... Un cuento.

Fundi se las ha visto con dos toros mansos y complicados; el primero, Aragonés, un toro de ovación de salida y de pitos al arrastre. Serio, hondo y muy armado, con dos velas pavorosas. Saltó cansino y repitió muy dormido en el capote de Fundi. Al caballo entró al pasó en la dos ocasiones y, en banderillas esperó. Se mostró noble en el inicio de la faena de muleta... mejor que hubiera seguido en su letargo particular, espabiló y se puso a estudiar al torero, desarrolló y fue complicado por ambos. Una alhaja. Otra su segundo que respondía a Formal –que ironía-, acapachado, astifino y badanudo, muy en el tipo de los cuadris –el anterior más en línea de Gamero Cívico-... nos parecieron. No pasó en el capote y su ida al caballo la hizo entre frenazos, sin romper, para cabecear el estribo y luego dejarse arrear en dos entradas más. Pareció cambiar en banderillas al embestir con alegría, pero fue una ilusión. Gazapea y mide al torero. Busca por el pitón potable el izquierdo, y, por el derecho –para que contarle-intratable. Es manso descastado y de peligro.

El lote más manejable se lo ha llevado Fandiño. Su primero estaba bautizado como Zapato –no por lo que se conoce un toro en el argot-, era bonito sí, el menos ofensivo de la tarde, largo, bajo y silleto, pero serio, de buena presencia. Aunque le cuesta pasar, repite. En varas nada reseñable, cumple sin más y en banderillas se deja. Le cuesta ir para adentro, pide medios que no se los dan. Repite bravo por el diestro en las primeras arrancadas y empieza a quedarse en la segunda tanda. Por el zurdo es más complicado, además de áspero, repone con rapidez y busca al final del muletazo. Es manso y descastado en los dos primeros tercios y saca algunas embestidas en el último tercio no faltas de interés. Podador fue el quinto, armónico y bien presentado. Ha sido el más claro en la capa al recibo. Es pronto al caballo, en la segunda entrada se arrancó de largo y peleó bien. Tampoco quería tablas, lo demostró en el segundo tercio. En los medios se entrega por el lado derecho –en el capote lo había expresado-. Por el izquierdo también es pronto y repite, pero le falta entrega y saca la cara por arriba, le cuesta humillar. Es bueno y bravo en conjunto, sin la entrega final para ser completo en la muleta. Aplaudido al arrastre.

'Aviador' peleó en varas y esperó su momento para voltear, con suerte, a Aguilar

Alberto Aguilar se las ha visto primero con Aviador, castaño de reseña, serio y cuajado. Que había salido también dormido pero hizo una buena suerte de varas. En la primera entrada derribó tras arrancarse de largo; la segunda fue espectacular metiendo riñones y levantando a peso la cabalgadura; decayó algo la tercera al repucharse al final del encuentro. Nota alta para este toro en varas, con el matiz apuntado. Éste si apretó para tablas en la brega y esperó a los rehileteros. Fueron claras las primeras arrancadas y muy oscuras el resto. Cortó por el diestro y le echó mano a Aguilar de manera horrorosa. Por el zurdo mansea, no humilla y huye. Es manso, listo por el derecho y rajado por el izquierdo. Curioso. Bolo era el último de tarde y feria. ¡Bieeen!... De buena presencia, armónico y buena romana, dos toros pasaron los 600 kilos Aragonés y Podador, Bolo 584 no está mal. Había repetido con genio de salida y se entregó en el primer puyazo, en el segundo puntea. Toda la corrida ha sido difícil de banderillear. En la muleta cazaba moscas por ambos, su aptitud mansa le hacía reservón. Fue peligroso.

Lo dicho: se acabó el cuento... Las estadísticas hablan por si solas, si en un mes de toros en la plaza más importante del mundo, podemos contar con los dedos de una mano los toros bravos que se han corrido, queda claro que nos cuentan una milonga cuando dicen que crían y seleccionan el toro bravo. Los números hablan señores ganaderos. Les doy una ligera tregua: Se les está acabando el cuento.