Vaya corridita, hoy, también. Vimos hasta nueve toros en el albero. Y podíamos haber visto más pero el señor Trinidad (otro presidente que levanta pasiones entre los conspícuos del 7 - y no amorosas ni positivas precisamente) no se atrevió a enviar a los corrales algunos de los que nadie sabe cómo pudo aprobar por la mañana. Otro día más de toretes anovillados, sin remate ni culata, impropios para esta plaza, alguno se tapaba por la cara, pero la mayoría ni eso. Y se volvió a simular la suerte de varas, pues tales toretes no hubiesen sido capaces de soportar una suerte en condiciones. Picotazos, gritos de “¡vale! ¡vale! ¡vale, no sea que se caiga, hombre!”. Y eso que sólo devuelven los que se desploman repetidamente (y no todos). En definitiva, otro escándalo ganadero más de esta empresa, con la complicidad de presidente y veterinarios y con el Centro de Asuntos Taurinos (CAT) de la CAM mirando hacia otro lado y su gerente señor Abella haciéndose el mudo. Eso sí, siempre sonriendo con suficiencia de perdonavidas de los del  7 (cada vez que éstos arrecian en sus protestas) en su burladero de callejón. Como si no pasase nada ¿verdad, Molés? ¿Por qué no dices algo y denuncias lo que pasa realmente? ¿O es que también estás metido en el ajo?

El primero de la tarde, de la vacada titular de Las Ramblas, se devolvió tras el tercio de varas y sustituido por el primer sobrero de José Vázquez (antes Aleas). El cuarto, remiendo de José Vázquez fue devuelto y sustituído por el segundo sobrero de Ortigao Costa, pero como éste también se desplomaba, salió un tercer sobrero de J.L.Iniesta, que ya no se atrevieron a rechazar más. De esta manera los picadores de El Cid tuvieron trabajo doble y hasta triple (bueno, llamar trabajo a eso es demasiado, más bien simulación de trabajo) y el de Salteras tuvo que recibir de capote hasta cinco torillos. Una verbena, claro, preámbulo del circo que montaría El Fandi en el segundo tercio de sus ejemplares. Sobre todo el de su primer torete, al que fue incapaz de ponerle los seis palos, un “especialista” como él, vamos. Los dos primeros pares cayeron uno en la zona renal y el otro sobre el costillar.

Así, como conduciendo una moto, se preparó El Fandi para poner el 2x1

Tras el éxito, se movió por el albero, en la zona del tercio de los tendidos 5 y 4, con los pasos más antitoreros y ridículos que hayamos podido ver, llevando en sus manos un último par en una mano para ponerlo al violín. Bueno, pues fue al “violonchelo”, porque calculó mal, se quedó fuera de cacho en el embroque y los palos quedaron tirados sobre el albero. Y allí fue ella. Resulta que se pudo ver el truco. Los dos palos estaban sujetos por la punta, atados, quedando sobre la arena formando un ángulo. Por eso, cuando ponen pares al violín con que sólo una punta se clave quedan “reuniditos”. Se descubrió el pastel y allí quedó sobre el albero venteño el cuerpo del delito. Y se vió también que estos “especialistas” del truco y el engaño utilizan palos más cortos, para no tener que levantar tanto los brazos al asomarse al balcón, frente al resto de los que cumplen con honradez esta suerte y tienen que poner las legales.

Ahí quedó el 2x1, la prueba de las banderillas para "el violín"

Se demostró que El Fandi se lleva los aplausos de todas las plazas mintiendo, con trucos antirreglamentarios. Ya está bien, decíamos en el 7. Esto no es el toreo, es una falacia, un alivio, un engaño, un número de circo con truco escondido. Y dieron palmas de tango, mientras el resto de indocumentados e ignorantes espectadores aplaudían complacidos y nos abucheaban a los del 7, como si ellos fueran expertos entendidos en ejecutar la suerte de las espabiladeras. Ver para creer. Y eso ocurrió en la que dicen que es la primera plaza del mundo. Desvergonzados matadores-banderilleros actuales, acaparadores de injustas y falsas ovaciones. Molés, dí algo, muestra la mentira y desmonta el “numerito” del “violín”. Es muy fácil, porque el cuerpo del delito ha quedado en la arena durante toda la faena de muleta.

Como antes de la corrida llovió bastante y además, aunque se sabía desde hace mucho que no venía Curro Díaz por su fractura de peroné de Sevilla, la empresa no quiso anunciar su sustitución hasta hoy mismo, mucha gente no pudo devolver los billetes, por lo que no hubo más allá de media entrada, con vacíos por todas partes. Y así la empresa ganó ilegalmente más “pasta” ¡Olé, qué bien estamos defendidos los consumidores y usuarios! ¿Verdad, señor Abella?

Del resto de la corrida, sólo resta decir que El Cid, ni aunque hubiese estado en su mejor momento, hubiese podido triunfar con el material de derribo al que tuvo que enfrentarse. Otra oportunidad perdida para reivindicarse ante sus  seguidores madrileños. Y el azteca Arturo Saldívar, que sustituyó a Curro, estuvo animoso, con ganas, no perdonó sus quites y lo intentó. Tuvo la suerte (o la desgracia, según se mire) de que el último era un cinqueño, a punto de cumplir seis años en junio (o sea dentro de cinco días), con 608 kilos, hondo y bien armado, que sería a la postre el único toro digno de Madrid en toda la tarde. Pero ni con el anovillado tercero ni con éste pudo redondear su actuación. Eso sí, estuvo digno. Más que muchos otros que ya han pasado por aquí y que otros que no han querido venir.

Decían los del 7 al final que, en resumen, otro maravilloso cartel, montado por la empresa para esta feria que nos han querido vender como buenísima, la mejor de los últimos años. “Sobre todo no podía faltar esta ganadería de Las Ramblas, que se ve que interesa tanto a la afición de Madrid”, decían con sorna. Y preguntaban: ¿Y los Miuras? ¿Y los Moreno Silva? ¿Y los “patasblancas”? Al final de la feria, los del 7 vamos a tener que pedir cabezas. Porque alguien tendrá que ser el responsable de esta m...de feria ¿no?