Esto es lo que hoy se escuchaba al final en el 7, que hubo tercios de varas, algunas largas, tremendas, con los novillos empujando, algunos romaneando y derribando y los montados dando caña de verdad y no hubo ni un sólo picotazo, ni se simuló la suerte en toda la tarde. Claro está, hoy no había figuras en el cartel, era una novillada con tres animosos jóvenes que hicieron todo lo que sabían y más y el primer tercio se cumplió posiblemente por primera vez en mucho tiempo.

Hubo tercio de varas de los de verdad

La novillada estuvo muy bien presentada, con tres primeros más pobres de cara pero los de la segunda parte eran verdaderos toros, con más trapío que los torillos que se traen las figuras los días de máxima expectación. Vamos, cuando los mentirosos de los medios callan la verdad. Todos fueron de escasa casta, mansos, aunque hubo bravucones que tras derribar salían huyendo, provocando carreras. Tras el tercio de varas, no todos los novillos permitieron a los jóvenes expresarse de igual manera, pues mientras unos quedaron con fuerzas suficientes otros se pararon, permitiendo los arrimones del toreo moderno. En resumen, una novillada entretenida, variada de comportamiento y en la que nadie se aburrió, a pesar de no haberse cortado orejas. Claro que los orejeros hoy se habían quedado en casa, pudiendo verse el cemento por vez primera en los últimos días.

Duffau es un novillero francés, con los fundamentos básicos suficientes y a punto de pasar al escalafón superior...aunque nos pareció tal vez algo frío y con escasa transmisión. Sobre todo en su primero, que fue a menos. Su segundo, tras dos tercios en los que no paró de galopar huyendo siempre, iría aplomándose, lo que le permitió ponerse muy cerca. Al perder pie y caer en la cara el novillo le buscó con saña pero le perdonó. En ambos mató con solvencia, algo no muy frecuente entre los novilleros. Cuando tome la alternativa, con el toro que se lidia en Francia, tal vez pueda brillar pudiendo con las corridas duras. Habrá que seguirle viendo más.    

El mejicano Flores también mostró sus buenas maneras, aunque lo que más impresionó fueron sus ganas y su valor, aguantando parones y tarascadas en sus dos novillos. En su primero, tras matarlo muy bien, hubo escasa petición pero pudo dar la vuelta a lo que se negó, no sabemos muy bien por qué. En el quinto tal vez equivocó los terrenos y las distancias, por lo que quedó muchas veces a expensas del novillo, que le perdonó en varias ocasiones. Esta vez falló a espadas.  

Y el madrileño de Barajas, López Simón, tuvo el lote que se apagó antes. A su primero lo recibió de rodillas en el platillo, con una larga serie de redondos que hicieron concebir esperanzas. Pero el novillo era muy flojo y se apagó enseguida, no dándole muchas opciones. El sexto era todo un señor toro pero, aunque parecía propicio para el triunfo, también empezó a ponerse peligroso en cuanto acortó su recorrido sin que el novillero supiese cómo evitarlo. Otro novillero al que se le ve preparado para el toreo moderno. Pero ¿sabrá lidiar un toro que le pida el carné?

Esa es la incógnita y la pregunta que quedó en el ambiente entre los del 7. En resumen, hoy nadie se aburrió ni tuvo motivos para enfadarse. Y hubo tercios de varas de verdad, no simuladas y ni un sólo picotazo. Mañana será diferente, pues con la llegada de figuritas, en especial el “torerito de pitiminí” de Loewe con su apoderado protector Curro y el hermano veedor Antonio, ya se conocía esta tarde que habrá baile de corrales, al haber sido rechazados los “toretes” previstos por lo que mañana puede ser otro día de gargantas roncas en el 7 ¿Por qué nos provocan? ¿Por qué el resto de la plaza se calla? ¿Por qué los medios no sacan a la luz estas tácticas fraudulentas y las denuncian? ¿Quién está detrás de todo esto? …¡Molés, dí algo!