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Lleno de “no hay billetes” en las Ventas. Los despectivos del Arte del Rejoneo en casa -pues que bien- y además si hubieran querido un boleto, le tendrían que haber comprado en la reventa. El encierro del Niño de la Capea ajustado al cartel; mejor presentada, no podía estar la corrida. Despuntadita, tan solo, al elegir para rejones ejemplares mas pobres de cuerna, lo que en consonancia con el encaste , lo adecuaba a su fin. Gorda, musculada y sana, pero la realidad, entendiendo que esta ganaderia, también lidia a pie, y vista la de Valencia esperábamos alguna continuidad más. Sus arreones a la defensiva y la pregresión de la embestida cuando tenían la presa en sus pitones, podrían transmitir otra impresión, pero la corrida no ha sido brava. El morbo de la presencia en Las Ventas de Pablo y Ventura, dentro del mismo cartel, le ha dado gran atractivo; en el que una vez más aparecía Bohórquez como convidado de piedra. Bohórquez lleva a su grupa al toro Fermín Bohórquez, hoy ha sido de hecho y una vez más, con sus fallos y continuas pasadas, algo indefinido y al margen del interés de las Ventas. El mismo se autoexcluía. Bien que su primero al que decidió castigar sin ofrecerle la buena provocación de “Oriente”, fuera un “parao” que se resevaba las fuerzas, que atemperó con “Brasileño”, y que mató mal, pero en su segundo con las fuerzas vivas de la cuadra “Rubia” y “Bohemio” más la labor de Melero, ya, en este segundo menos suelto de cara, en dos pares excelsos a dos manos, todo fueron fallos, sin precisión en las reuniones y clavando en el suelo. Nunca le ví, ni tan simple ni tan fuera de suerte.
Hermoso con el definitivo Pablo Hermoso ha sido quién de verdad y mejor ha hecho el Toreo de a Caballo en esta primera de San Isidro 2011. Dos primeros tercios de un solo rejón de castigo cada uno -a Madrid no se va con rejones sobredimensionados, ellos lo saben- con “Machado” en el primero y “Dalí” en el segundo, lidiando, y preparando a ambos murubes para el resto de su lidia, con las reuniones en ambas ejecuciones en unos sesgos cambiando a las afueras, para los que no encuentro, de tan inconmesurables, calificación. “Icaro” y “Chenel”, ambos, mejores que nunca -se llega a Madrid en muy buenas condiciones- y a más; el primero con sus trincherazos, dos pistas, y queriendo toro tanto al amparo de tablas como en el platillo; y lo de “Icaro” en todos los terrenos, indescriptible, dando el pecho, con la cara puesta, envolviendo, y con la par en la yema de los dedos (ésto de “Icaro” parece cosa mentira) resolviendo a su iniciativa; no puedo decir más. Si mata bien en el primero, que no lo hizo pese a la entrega de “Pirata”, hubiera cuajado una tarde memorable; pero no fué así una vez más. En el segundo traserísimo, mal muy mal. Don Pablo hay que matar. Esto tiene que resoverlo. De cualquier manera, salvo en accidente puede resultar, pero por sistema no, y no.
Ventura paseó una oreja en cada toro Diego Ventura, con sus oreja y oreja, salió a hombros una vez más de las Ventas. Y lo hizo, sin hacer nada que no conociésemos de sus monturas “Nazarí”, “Distinto”, “Califa” y “Sueste”, los hemos calificado con un Diez cada uno, ya anotado en nuestras fichas sobre cada caballo.Ventura se adorna Y como matara a ambos toros con sendos rejonazos arriba, con la intervención de un Califa -cada temporada mejor- recreándose en la suerte para que desde arriba hubiere tiempo para llegar, clavar y quebrar, sin haber salido aún del estribo, y ésto en ambos toros, se produjo el reconocimiento de Las Ventas. Ventura debe olvidar el numerito de Morante, con el dichoso tema de los “bocaos”; hoy dió la impresión de que llevaba materia viva en la boca. Irrespetuoso, feo, y que rechaza la sensibilidad de aquellos a los que nos gusta la suerte limpia, y sentimos el Arte cuando se produce en el Toreo. Y el Toreo de a Caballo, lo es.
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