La decadencia de la fiesta de los toros representada en una tarde y con lazo de puerta grande. La fiesta se suicida poco a poco, como los venenos buenos o como los gobiernos malos. Cuatro malos de Cuvillo, dos de Ortigao Costa y uno de ellos al corral sin perdón -no como con los oficiales que también lo merecían- y el sobrero de Carmen Segovia tampoco merece mención espacial alguna. Siete tragos de veneno. Tres figuras del destoreo y de la indecencia: cobran más y torean menos; a saber: Sebastián Castella, aquel hombre doctorado en miedo no puede con su novillo porque está lejos y a merced del viento. Con el segundo tampoco; pisa espacios sin sentido tauromaco alguno y transmite impotencia. Pagas la entrada y de entrante veneno. El Juli cortó una oreja y la paseó feliz El Juli, el torero que por fin torea, se olvida de ello con su mal primero y lo despacha con el arco y la flecha. Con su segundo pretende hacer memoria y sólo en las postrimerías de la faena se convierte y engancha dos tandas de lujo que acaba emborronando saliéndose de la suerte suprema. Una oreja y un poquito más de veneno para la fiesta.
Manzanares y su primero aún siguen pegando pases en mi ya rectilínea memoria; vivo en una pesadilla fuera de cacho. Con su segundo ya se ve el poder de un torero con racha pero sin el indulto delante o sea toreo de ven y te digo adiós ven y te digo adiós. El espacio que pisó nunca acabó sin arena porque nunca se enroscaron toro y torero. La muerte lucida cae en el rincón de las agujas y la masa se desborda. De postre más veneno y para que te mueras y puedas decir que asistes al ocaso de la fiesta te remato con dos orejas que abrirán la del arco mozárabe. Las Ventas es un espacio grande y la fiesta de los toros tiene siglos de peso. Debemos educarnos. Que la monumental se convierta en invierno en Universidad especializada en Tauromaquia. Con aulas, clases teóricas y prácticas sobre las distintas suertes, la historia antigua y moderna del toreo, la confección de los trajes, el simbolismo del rito, las bellas artes y su influencia en la fiesta, el tótem-toro en sus miles de funciones, psicología taurina, medicina taurina, gestión cultural, lenguaje y demás asignaturas. Una carrera universitaria pública y oficial. |