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23.798 espacios ocupados para ver un simulacro de corrida de toros. Se dice pronto. Los toros de Núñez del Cuvillo han parado los relojes, los corazones y hasta las ganas de volver. ¡Qué tedio! Sólo Asturiano por codicioso se salva de una quema de flojos, rajados y descastados Núñez del Cuvillo.
Arturo Saldivar espació en verde. "El lote" era suyo y el hecho de que confirmara alternativa presagiaba un interés que nunca aconteció. Con su modestamente buen segundo en la muleta tiró por la calle del miedo; una calle que si desemboca en toreo o en sometimiento cobra sentido pero que si no es así se llama calle sin salida, o sin sentido.
Este fue uno de los 'pasmaos' de Cuvillo Alejandro Talavante parecía llegar envuelto en un espacio con halo, con brillo. Sin toros y sin poder hizo algo digno de mentar en esta sección dedicada a los espacios: No era su toro y lo estaban metiendo al caballo, el abanto pilla las de villadiego y se va directo hacia Talavante que, quieto, utilizando el "poder de la mente" y con el capote recogido hace que el toro frene en seco y a un metro de distancia. Algo sobrenatural. Un hecho que conmocionó a Las Ventas y que evidenció que los espacios están ahí.
Morante, posiblemente el mejor torero del mundo, ni tuvo su tarde ni su lote ni sus espacios ni nada. Su presencia y su ausencia se encontraron en una tarde soleada de Madrid...
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