Con más de tres cuartos de plaza en la localidad madrileña, se han lidiado toros de El Pilar, de juego desigual en conjunto. César Rincón, silencio, silencio y oreja El Cid, ovación, oreja y dos orejas. Dicen que las segundas partes nunca son buenas, sin embargo ha hecho falta esperar a los tres últimos toros para que alcanzara nivel la corrida. Rincón muy entregado ha querido en el quinto triunfar sin reservas y le ha dado distancia y finalmente ha sido empitonado en la cara al entrar a matar. Por su parte El Cid, también ha ofrecido lo mejor en el último que, curiosamente, también le ha dado un fuerte golpe al entrar a matar. |