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Con tres cuartos de entrada en la plaza navarra se han lidiado seis toros de Los Recitales, desiguales de presentación y flojos en general.
Víctor Puerto, saludos y saludos tras dos avisos.
Rivera Ordóñez “Paquirri”, ovación y dos orejas.
Alejandro Amaya, oreja en ambos.Alejandro Amaya esta tarde en Fitero La temporada taurina en Navarra ha echado hoy a andar en la localidad ribera de Fitero. Una temporada que, sin embargo, tendrá que esperar para continuar, ya que no será hasta San Fermín cuando volvamos a ver toros en esta tierra. Eso sí, a partir de entonces, los festejos serán intensos.
Contra todo pronóstico no ha caído ninguna gota de agua durante el transcurso de la corrida, y eso que las previsiones daban un 95% de probabilidad de lluvia. Aún así, y pese a la desfavorable meteorología, se han vendido las tres cuartas partes de las localidades. Ha sido también una tarde de reencuentros entre diversos y buenos aficionados, ganaderos, algún novillero y varios representantes políticos.
En el plano meramente taurino merece una mención especial el mexicano Alejandro Amaya, que ha causado una grata impresión en su primera corrida de la temporada en España. Nos ha sorprendido con su estilo clásico, elegante, sobrio. En su primer toro enseguida ha plasmado su sello, toreando despacito al astado de Los Recitales todo lo que se ha dejado, que a decir verdad no ha sido mucho. Su falta de fuerzas, al igual que la de sus hermanos, ha condicionado la lidia. Ha cortado una oreja, trofeo que ha repetido en el sexto.Derechazo del mexicano Amaya En este último animal, Amaya ha elaborado una faena que ha llegado a los tendidos precisamente por la elegancia y plasticidad de su corte. Ha toreado con seguridad a su noble enemigo, el toro más “apetecible” de la corrida. Se ha estirado con ambas manos, llevándolo muy largo, arrancando los olés del público y consiguiendo en algunos momentos fusionarse con su oponente dejando una bella y estética imagen para el recuerdo. Mucho estilo ha derrochado el mexicano.Rivera Ordóñez al natural en el toro de las dos orejas También ha salido a hombros Francisco Rivera Ordóñez, el torero más esperado en el patio de caballos. “Paquirri”, como se hace llamar ahora (aunque me resulta un tanto difícil acostumbrarme), ha desorejado al 5º después de salir con una actitud bien diferente a la mostrada en el 2º. Tras comenzar con una larga cambiada de rodillas, se ha mostrado bastante solvente con el capote antes de poner banderillas, a lo que se había negado en su anterior toro. Es de justicia destacar el tercer par, muy bien ejecutado. Con la muleta ha toreado en su estilo; unos pases por aquí, unos pases por allá… sin complicarse mucho y haciendo las delicias de la legión de fans que le esperaba con ansias.
En el 2º de la tarde poco hay que destacar, pues la falta de fuerzas (y de presencia) no ha permitido un espectáculo digno. De todos modos, Rivera Ordóñez ha aprovechado para acercarse a los poco prominentes pitones e incluso ponerse de rodillas frente a su adversario, pero seamos serios, ante un astado tan flojo y con tan poco peligro, eso no tiene demasiado mérito.Si Puerto hubiese matado así a su segundo, hubiera cortado un trofeo Víctor Puerto por su parte ha cumplido frente al 4º de la tarde, el toro con más gas del encierro, que en más de una ocasión ha puesto en aprietos a su cuadrilla y al propio matador. Puerto ha aguantado bien la embestida del de Los Recitales, se ha mostrado firme y ha conseguido dirigir al astado, sobre todo con la diestra. Sin embargo ha alargado demasiado la faena, llegando a impacientar al público. Ha perdido un trofeo por no andar fino con la espada.
La faena ante el toro que abría plaza no ha terminado de coger vuelo, también influenciada por el poco recorrido del animal, que en numerosas ocasiones se quedaba corto.
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