Un matador de toros de “ilusión lejana a la frialdad” LADILLOS: Palacios tiró de sus orígenes leridanos y tomó la alternativa el pasado 7 de agosto en la plaza de toros Monumental de Barcelona. Obtuvo saludos y saludos por tener mala suerte con el ganado. Tendencioso, de Araúz de Robles negro bragado y corrido, nacido en enero de 2001, marcado con el número 21 y de 530 kilos de peso fue el toro que le cedió Víctor Puerto, su padrino de alternativa. La empresa Balañá ha apostado de nuevo por Palacios en un cartel con doble presencia albacetense. El domingo 28 lidiarán un encierro de “Los Chospes” Gómez Escorial, Luis Vilches y Andrés Palacios. Palacios es un matador de toros -desde hace un par de semanas- que guarda hábitos de torero de antes. Ése que se inhibe de la presión de la ciudad en que vive y busca refugio en un lugar donde no te conoce nadie o casi nadie. El albaceteño marchó hace un año y medio a San Rafael, provincia de Segovia, para hacer una vida nueva porque asegura que no se quiere quedar a mitad del camino al éxito. Es de los que quieren ser figura del toreo por derecho y, además, ponen medios para hacerlo. Prefirió desde hace ya un buen puñado de meses transplantar su entorno a un rincón de Segovia, viviendo en un piso alquilado con un banderillero y entrenando en la plaza de toros de “El Espinar”. Éste quiere ser torero, que diría el castizo. Y es que no quiere que su padre vaya de un sitio para otro aconsejándolo y acosándolo, práctica muy al uso en los últimos tiempos. Muchos pseudo maestros alrededor de un proyecto de figura del toreo que, en vez de engrandecer al chaval didácticamente lo empequeñecen entre callejones de pueblos. Se le pregunta a Palacios, ¿pero hay alguien que te enseñe allí en Segovia? “No, estoy con mi cuadrilla y punto”. Y no es que sea autodidacta. Durante mucho tiempo ha estado absorbiendo conocimientos en Albacete, desde que era un becerrista. Es momento, a los ojos de Palacios, de volar por sí solo. El tiempo le quitará o le dará la razón, pero hoy por hoy, el haber traspasado el cinturón albaceteño, que al parecer le había apretado en exceso, todo hace pensar que se está haciendo lo propio. Ya matador de toros, Palacios asegura “haber cumplido el primero de sus sueños. No se puede explicar con palabras lo que sentí aquella tarde. Había sido motivo de insomnio muchas noches pero a la vez que preocupado, estaba ilusionado. Una vez llegado el día, al ver a tanta gente de Albacete, me ilusioné una enormidad y me di cuenta de que, por esta y por otras muchas razones, era necesario el sacrificio”. Pero la suerte no estuvo de la mano del toricantano el día de su doctorado. La corrida de Araúz de Robles sólo propició el corte de orejas aisladas y ninguna recayó sobre el albaceteño. Su lote no fue el esperado por razones de inaptitud para practicar el toreo tal y como él lo siente. Sobre las características comportamentales de sus toros comenta “mi primero, sencillamente, no me dio ni una posibilidad. Y con el segundo toro sí que pude demostrar que sé estar en el sitio, pues todo se lo hice como debe ser. Me echó mano en un pase de pecho de manera muy fea. Muy mala suerte”. No sólo la prensa y los aficionados convienen en resaltar el infortunio del torero el día se su alternativa. Además, la empresa de la plaza de toros de Barcelona, la Casa Balañá, en reconocimiento a su persona y en ejercicio compensatorio lo repetirá el día 28 del presente mes en un cartel formado por dos presencias albacetenses. Andrés se enfrentará a reses del paisano Fernando Moreno, propietario del hierro de “Los Chospes”. Barcelona, ¿por qué? No es asunto inhabitual que los toreros de Albacete se conviertan en matadores de toros en otro sitio que no sea su ciudad de origen. Recientemente, Antón Cortés tomó la alternativa en Valencia y el mismo Dámaso también lo hizo en la cuidad levantina, por lo que no resulta raro e incluso puede resultar más conveniente. Al contraer el compromiso del doctorado antes de la Feria de Albacete en plaza foránea se supone que el torero ha contraído méritos para que un empresario apueste por él. Además, el torero, ya matador de toros, llegaría a la Feria de su ciudad con más fuerza. Esta es la tesis que el Doctor en Tauromaquia Andrés Palacios sostiene. “Parece que con ser de Albacete y querer tomar la alternativa ya sobra para que te anuncien y te la den. Pues no. Barcelona es una plaza en la que he triunfado en dos novilladas y a cuyo público me une una gran relación afectuosa. A esto se añade que es una plaza de primera que, además, está sufriendo gran acoso por parte de los antitaurinos”. Todos estos motivos, enumerados decrecientemente por orden de importancia, han llevado a Palacios empezar a reivindicar su profesión en la Monumental. Agrega, en plan anecdótico, que “yo nací en Lérida, pero sólo por cuestiones del trabajo de mi padre. Yo me considero albaceteño". Frialdad por ilusión Desde la óptica de aficionado siempre se ha visto en Palacios un filón de torero caro pero a lo largo de su carrera como novillero se habían observado matices que han ido variando progresivamente en beneficio de su perfil profesional. Siempre se escuchó en referencia a la manera de torear de hace un par de años que tenía un punto de frialdad, lo que le podría dificultar el envió de su mensaje a los tendidos. Ya ha desterrado este deje emocional el albaceteño, pues desde el año pasado asegura que “he encontrado cuál es el toreo con el que me siento identificado. He eliminado mi frialdad y me han subido las dosis de ilusión y ganas. Desde hace un año, más o menos, me considero un torero renovado que ha evolucionado radicalmente”. Con esta nueva silueta se placeará por los cosos de España la próxima temporada, porque en esta campaña no ha conseguido entrar en muchos festejos. Tanto su apoderado, Miguel Flores, como él, están haciendo inversiones de esfuerzos para que a partir de la Feria de Albacete, su próximo compromiso de importancia, la carrera de este joven eleve su tono hasta alzarse a la altura exigida. De momento, planea seguro. |