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Con más de media plaza se han lidiado seis toros de Las Monjas, mansos y descastados. Los veterinarios rechazaron la corrida al completo pero el usía bajo su responsabilidad los rescató. El presidente fue abroncado en el quinto. Jesulín de Ubrique, ovación y oreja El Cordobés, oreja y palmitas El Cid, oreja en ambos. Jesulín de Ubrique poco pudo hacer ante su primer enemigo. El astado estaba más tiempo besando la arena que en pie. Lo intentó por ambas manos pero aún así no logró hacer una faena compacta. Mató de estocada.
A su segundo tuvo que torearlo en los terrenos que le marcó el burel. Se fue hasta los chiqueros para poder arrancarle alguna que otra tanda. Mató de estocada caída.
"El Cordobés" saludó a la verónica a su primero. Tras el brindis al decano de la prensa ciudadrealeña, comenzó su labor muleteril. Dos buenas tandas con la diestra fue lo que pudo observar el respetable para premiar su labor. Mató de pinchazo y estocada.
El quinto de la tarde murió apuntillado en el ruedo. Buen recibo capotero a la verónica. Se desmonteró tras dos buenos pares Raúl Caricol. La faena la basó en la mano derecha. Al final de la misma el toro se negó a colaborar y se tumbo sin darle opción al diestro de entrar a matar. La presidencia recibió una bronca monumental.
El tercero de la tarde salió abanto, Manuel Jesús "El Cid" no pudo recogerlo al principio pero antes de que tomara la puya correspondiente logró darle unas verónicas. Con la muleta consiguió ligar algunas tandas por ambos pitones pero el toro se fue apagando y no tuvo más remedio que entrar a matar. Mató de estocada en todo lo alto.
En el que cerraba plaza fue donde se pudo disfrutar un poco del toreo. Comenzó la faena con la izquierda, su mano más poderosa y donde habla con la verdad por delante. Terminó con manoletinas para matar de otra estocada. |
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