Ante unas quinientas personas en tarde agradable con poco viento se lidiaron seis toros del Junco, dos chicos, tres justos y uno bien presentado, buenos en general sobresaliendo el segundo que mereció arrastre lento. Mariano Ramos, palmas y vuelta tras aviso; Luis Ricardo Medina, pitos y pitos; Pedro Gutiérrez Lorenzo El Capea, oreja y palmas. Pedro Gutiérrez El Capea salió a darlo todo esta tarde. Recibió a su primero con un farol de hinojos y lances a la verónicas superiores. Mostró técnica y buenos procedimientos en su preámbulo muleteril para después estirarse y torear por el lado derecho con clase y largueza. Con la zurda la faena bajó un poco por lo que inteligentemente volvió a la senda derechista. Terminó su labor con media estocada en buen sitio para cortar la única oreja de la tarde. Con el sexto El Capea no terminó de acoplarse. Anduvo toreando un tanto rapidillo sobretodo por pitón izquierdo donde se le vio un poco tieso. Dos pinchazos y un descabello para escuchar palmas. Abrió plaza el torero charro Mariano Ramos que realizó dos faenas medidas. Su primero tuvo pocas embestidas que supo aprovechar el maestro. Perdió la oreja por culpa de la espada. Al cuarto, el menos potable del encierro, lo hizo embestir mostrando toda la experiencia adquirida a lo largo de treinta y tres años de matador. Logró algunos naturales que calaron hondo en la concurrencia. Media estocada arriba y dos descabellos le hicieron dar una vuelta al ruedo no sin antes haber escuchado un aviso. Luis Ricardo Medina Pasión Gitana no paró los pies en toda la tarde. Anduvo desconfiado, falto de valor y toreando muy despegado. Desperdició el mejor lote del encierro, en especial su primero que mereció el arrastre lento. Por si fuera poco también estuvo mal con la espada por lo que ambas labores fueron pitadas fuertemente.
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