Con una entrada de poco más de dos mil aficionados, el toreo de Tijuana celebró la quinta corrida de la temporada con toros de Real de Saltillo. Omar Villaseñor, palmas; y dos orejas. El peruano Juan Carlos Cubas, vuelta; y oreja. Ismael Rodríguez, oreja; y oreja. El diestro michoacano Omar Villaseñor, tuvo una actuación con mucho valor pero carente de profundidad, emotividad y técnica. Sin duda la voluntad rebaso la inteligencia e hizo cosas de un maletilla desesperado. Se sueña figura del toreo pero para eso hay que demostrarlo a cabalidad. En su primer toro mato después de pinchar tres veces. En cada uno de sus toros recibió un par de arropones salvándose de la cornada; eso fue lo único que motivo en su actuación para que el repetable y el juez le regalaran las dos orejas de su segundo toro ya que mato con una estocada caída. Cabe destacar que sus banderilleros Raúl Baselis y Cristian Sánchez saludaron en el tercio después de cubrir el segundo tercio como marcan los canones. Juan Carlos Cubas, vino a este coso queriendo triunfar, mostro voluntad y buenas maneras en su toreo, propias de un matador joven. En su primero fallo con el estoque y dió vuelta al ruedo. En su segundo logro hilvanar un par de tandas muy buenas por la derecha y mato en buen sitio. Le concedieron una merecida oreja. El torero leonés Ismael Rodríguez, el más novato en alternativa se vió menos verde que sus alternantes, con valor y clase en su toreo. Ismael es un torero con idea que mostró cosas interesantes. Mientras haya toros para él, llegará a un sitio importante. Cortó una oreja en cada toro. El banderillero de su cuadrilla Alejandro Prado saludó al tercio después de soberbios pares de banderillas. |