La moruchada de Barcial, de irreprochable presentación y trapío, ha deslucido cualquier oportunidad de lucimiento en la segunda de feria de Cenicientos, donde el coso volvió a rozar el lleno. Con más de tres cuartos de plaza, en la localidad madrileña, se han lidiado toros de Barcial, de gran trapío peromansos y descastados. Jesús Millán, silencio en su lote Gómez Escorial, silencio en su lote El Rubio, silencio en su lote. Una vez más, la apariencia ha sido sólo eso: fachada. Toros con fachada pero sin raza ni casta que han hecho imposible el lucimiento de los tres espadas. |