Con casi tres cuartos de entrada, se han lidiado toros de Domingo Hernández, manejables en conjunto. Jesulín de Ubrique, ovación tras aviso en su lote Finito de Córdoba, oreja tras aviso y silencio tras aviso El Fandi, dos orejas y oreja. Llegó el terremoto, y no era el viento que sopló en la tarde, era "El Fandi" y la plaza se conmovió con su lidia y fundamentalmente con sus pares de banderillas. En el tercero fue un clamor. No abunda la clase en el granadino pero bulle y se entrega y el público se le entrega. Finito también cortó una oreja por unos pocos muletazos entre la larguísima faena y Jesulín, incluso disfrutó del mejor toro pero falló a espadas; ya no es el favorito del público, el terremoto "Fandi" lo impide. |