|
Con algo más de media entrada, se han lidiado toros de Luis Algarra, el 2º como sobrero, desiguales, flojos, descastados y de escaso juego.
Morante de la Puebla, pitos y ovación
Curro Díaz, silencio y oreja
José Mª Manzanares, oreja y silencio.
Decepción es la palabra. Se esperaba mucho de la primera corrida de la Feria de San Agustín puesto que la composición del cartel con la presencia de Morante de la Puebla, Curro Díaz y José María Manzanares era un presagio de tarde de toreo grande. Se respiraba aroma del bueno por la acentuada personalidad de los diestros pero desgraciadamente todo se ha ido al traste por el comportamiento de los toros de la ganadería de Luís Algarra que se han tenido un denominador común, la ausencia de casta y raza alarmantes, así como la falta de fuerzas a pesar de que a la corrida se le ha medido y mucho en varas.
Rompió tarde Morante de la Puebla recibiendo a su primer oponente con saludo capoterìl variado sobresaliendo un quite por verónicas muy despacio.
La faena de muleta ha sido un suspiro puesto que el animal soso y descastadísimo se quedaba corto y no pasaba. El sevillano ha abreviado ante el enfado del respetable y lo ha pasaportado de dos pinchazos infames y dos descabellos. Sonido de viento para el matador, bronca en el arrastre para el toro y palmas de tango.
Al cuarto lo ha saludado de forma excelsa y con suavidad de muñecas. Inicio de trasteo con muletazos por alto a pies juntos, pases de la firma y trincherazo preciosos. El animal que no podía ni con su alma se ha venido abajo y en la tercera tanda ha echado la persiana. Hasta tres veces se ha acostado el animal ante el enfado del público que ha ovacionado a un Morante visiblemente contrariado.Foto archivo Curro Díaz ha sorteado un lote infumable. Su primer toro ha sido devuelto por falta manifiesta de fuerzas y el sobrero ha sido un animal rajado ya en el tercio de banderillas y al que solo le ha podido robar un par de tandas pegado a tablas.
Al quinto le ha instrumentado unas preciosas verónicas rematando con una media a pies juntos jaleada. No había llegado el toro al peto del caballo y toda la plaza al unísono pedía el cambio de tercio.
No ha sido una faena limpia, sufriendo continuos enganchones ante la brusquedad de la embestida del de Algarra más propias de un toro americano de feria que de un animal bravo y así es imposible. Curro componía la figura y el animal descomponía la supuesta obra. No obstante el diestro local ha insistido y ha acortado distancias para pasaportar al astado de una estocada algo desprendida que le ha supuesto cortar una oreja facilona que le ha pedido el paisanaje.
En este toro ha saludado José Manuel Montolíu tras dos sobervios pares, especialmente el segundo saliendo andando con torería.
José Maria Manzanares ha firmado la faena de mas relieve de la tarde ante el tercero, un toro noblón y con recorrido pero con poca transmisión que ha derribado al del castoreño pero que ha sangrado mas por la divisa que por el picotazo recibido.
Se han desmonterado Juan José Trujillo y Luís Blázquez tras el tercio de banderillas.
Largo trasteo con altibajos, demasiado acelerado pero que ha llegado al público que había acudido predispuesto y que estaba tremendamente aburrido. El alicantino ha pecado de torear demasiado en línea recta, especialmente con la mano derecha, circulares invertidos, molinetes, pero sin cruzarse en ningún momento, mal colocado abusando de pico y toreando fuera de cacho aunque al respetable le ha parecido un oasis en el desierto. Se ha aplaudido hasta un desarme. Estocada entera ligeramente desprendida que ha provocado derrame. Se ha pedido con fuerza la oreja que ha sido concedida.
Ante el que cerraba plaza ha sido imposible robarle ni una sola tanda. El animal muy deslucido estaba inválido, tragándose los dos primeros pases y en el tercero se derrumbaba.
En definitiva el aficionado ha salido del coso linarense con mal sabor de boca abroncando a cinco de los seis ejemplares de Algarra. Una lástima. |
|