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Y qué decir de los altos toros de la ganadería del Vellosino que no se haya dicho de tantas y tantas otras ganaderías que durante tantos y tantos días llevan desesperando al ya impaciente respetable de Madrid; Pues lo mismo, que no tenían casta, que de fuerzas iban justos y que de emoción nada. En el mundo del surf se dice que el mar esta plato cuando no llegan las esperadas olas y no se puede surfear; Pues bien, Las Ventas hoy, como tantos días, estaba plato, no había olas.
Javier Conde decidió seguir el sabio consejo que reza "si una cosa no vale, tírala" el problema es que le costó una feísima barbaridad reproducir el acto de tirar. Con su segundo, que si valía, estuvo dispuesto y con postura hasta que perdió la conciencia espacial y reconocía, sin decirlo pues nobleza obliga, no poder con su oponente. Apartado espacial aparte sobre la ejecución de la suerte de matar por el diestro Javier Conde: toro, tu a Boston y yo a California.
La definición queda perfecta en la imagen: Tú a Boston y yo a California Juan Mora y sus actuaciones: muy de pie con plomada en las suelas, muy serio, muy estoico, muy centrado y muy torero de espejo y hasta de televisor de plasma. Y todo para qué, para nada, para encontrarse frente a un lote despreciable. Indudablemente Juan Mora deja huella, deja espacios muy personales pero no deja ninguna faena que podamos recordar. Y mientras acababa con su segundo un cuchillo caía de la andanada al tendido simbolizando la puñalada que se le está dando a la fiesta.
Curro Díaz ha sido el torero con más mentalidad en la tarde de hoy. Sabia a lo que venía, a torear cualquier animal por malo que fuese. Curro Díaz toreo a base de tandas artísticamente inconsistentes que consistían en pegar cinco pases para dejar uno y medio en la memoria Venteña. Una tarde muy sentida la que ha vivido el de Linares, una tarde suya y que promete continuación quien sabe cuándo. Ojalá le embista de dulce ese día un toro. Se lo merece Curro Díaz. |
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