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Se iba la feria y el toro no terminaba de ser el protagonista, hoy en cierta medida lo ha sido. El encierro en conjunto ha sido interesante, en líneas generales ha sacado casta y por lo tanto emoción. Se han lidiado cuatro toros de Palha y dos, 5º y 6º, de El Torreón. Mejor presentados éstos últimos. Provechoso fue lidiado por Jesús Millán, era negro listón meano y lucero; terciado y armado en delantero -nos pareció Contreras- su escasa presencia no rebasaba la de novillo. Fue violento en el saludo, punteó y echó las manos por delante. En varas recargó, pero empujó arriba; en la segunda entrada se durmió en el peto. En banderillas no planteó demasiadas dificultades. Repitió con sentido y cierta brusquedad por el derecho y más templado y con nobleza por el zurdo. Siguió brusco por el diestro y punteaba el engaño. Tuvo poder y casta y su comportamiento fue serio, nunca aceptó la colocación al hilo. Fernando Robleño lidió a Marismo, poco ofensivo aunque tenía cuajo, de cuerna delantera y cornicorta; éste mostraba rasgos de Torrealba. Repitió con poca codicia al capote de Robleño; tomó dos puyazos yendo con alegría y mostrando fijeza en el peto. Apretó para dentro y cortó en el último par de banderillas. Repetiría con temperamento en el inicio de la faena de muleta, y, aunque era pronto, le faltaba entrega además de embestir sin humillar. Mejor lo hizo por el lado contrario, el izquierdo, más templado y humillado; aunque fue mejorando durante la lidia y tuvo casta, le faltó clase en la embestida. 'Lezirio' fue el mejor de los 'palhas' Lezirio fue el tercero, y su lidiador Francisco Javier Corpas; de buena presencia, las carnes justas, bien armado, ligeramente bizco del derecho. Salió suelto tras el saludo a porta gayola. A relance fue al caballo y empujó fijo en dos entradas; cumplió. Sacó pies en banderillas y se movió. Repitió codicioso Lezirio en los inicios del trasteo final. Tocó mucho los engaños sin violentarse y embistió francamente bien por el izquierdo. Fue bravo y encastado en el último tercio, yendo a más y embistiendo por ambos pitones con boyantía. Buen toro, el mejor de la tarde, que embistió con claridad.
El cuarto estaba bautizado como Cesguno y fue corrido por Jesús Millán. Bien presentado, cornalón en delantero y astifino, de pelo negro como todos sus hermanos. Tomó el capote de salida muy humillado pero le costaba pasar. En varas tras un puyazo largo, repitió el toro en la siguiente entrada y empujó bien en ambos. El tercio de banderillas tuvo mucha emoción, Cesguno se quedaba corto en la brega, sacó pies en banderillas y achuchó mucho. Repetía por bajo y no se dejaba pasar por alto. Por el pitón izquierdo se dejaría algo, por el diestro desarrolló sentido y se puso casi imposible, sacó casta agresiva y fue duro y difícil. Se habían lidiado cuatro toros de Palha de variado e interesante juego, después se lidiaron dos de El Torreón que no bajaron el interés de la tarde... Bonoloto fue el quinto de la corrida, primero del hierro de El Torreón y segundo del lote de Fernando Robleño. Colorao chorreao de reseña, serio y bien armado, lucia dos hermosas velas y una mirada dulce que luego no se correspondió con su juego. En huida recibió el primer puyazo en la puerta, a la salida de los caballos. Le midieron en varas, se dejó en banderillas y empezó a mostrase complicado en la brega. De repetir largo en los albores del último tercio, pasó a ponerse áspero, tirar gañafones por el izquierdo y mostrarse gazapón en el resto de faena. Le faltó casta y fue irregular en su comportamiento, reservón sin entrega e incómodo que se entregó ligeramente a finales de faena. Descarado -y lo era, lucía dos hermosas espabiladeras- cerró la tarde, su matador sería el sevillano Francisco Javier Corpas que se ha llevado el lote. El toro era largo y bien presentado, con una encornadura seria. Le faltó codicia de salida, aunque pasaba. Éste se picó poco, dos entradas muy medidas y fue fácil en el segundo tercio. Al contrario que su hermano su mirada era viva, y, paradójicamente, su comportamiento fue noble, cuando el de aquél complicado. Repitió por bajo desde el inicio a izquierdas y derechas y se mostró noble en todo momento. Mantuvo la repetición y la nobleza hasta el final, fue bueno, un punto soso. Aunque los toros de El Torreón no han desentonado y han dado un juego distinto, los toros portugueses han mostrado más casta. Aquí está la solución de la fiesta, lo repetimos por activa y por pasiva: mansos o bravos, pero encastados. Los aficionados han salido satisfechos con el juego de los seis toros lidiados. |
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