Con tres cuartos de entrada se han lidiado toros de Alcurrucén, en tipo, de buena presencia en general, algunos anovillados. Mansos y descastados en conjunto, el 3º dio juego en la muleta.

Curro Díaz, ovación con saludos en ambos.

Matías Tejela, silencio en ambos.

Rubén Pinar, vuelta al ruedo y saludos tras aviso.

La tarde, que había despertado buenas expectativas, se fue al garete por culpa de un encierro manso y descastado. Ayer lo decíamos: La fiesta brava no es posible con toros mansos...

Curro Díaz ha destacado en los dos inicios de muleta, en ellos ha arrancado los olés de los tendidos, y en dos soberbias estocadas; poco pudo hacer durante el resto de sus dos trasteos. En primer lugar pasaportó a Afanosillo, negro, escurrido de carnes, delantero de púas y anovillado. Saltó huido como todo el encierro, Curro le “andó” para atrás sin conseguir encelarle. Empujó arriba en la primera entrada al caballo y casi descabalga a José Manuel Valle Quinta que le pegó bien, el segundo puyazo fue más medido. Se desmonteró Montoliú tras dos brillantes pares, el segundo, yendo y saliendo de la suerte andando. Se mostró mironcete el toro en el inicio del trasteo de muleta, hubo lances de gusto y consiguió dos redondos buenos en la primera tanda. Más completa la segunda de buen trazo, siempre para dentro. En la tercera empezó a quedarse el toro más corto, casi sin recorrido. Con la zurda consiguió tres buenos naturales dibujados en redondo. Con el toro desfondado se adornó Díaz por bajo: trincheras, de la firma y de pecho que gustaron. Mató como un cañón. Fue una faena voluntariosa de bellos detalles que la Maestranza agradeció. Guitarro fue el segundo del lote del torero linarense, colorao bragao de reseña, serio y bien puesto. También saltaría corretón, punteó sin pasar el capote en el saludo. A relance recibiría el primer puyazo, que empujó arriba, el segundo salió repuchado. Bregó bien Montoliú, por bajo y llevando largo. Pareó correcto Muriel, y Crespo se lució en su segundo par. Pasó por bajo Curro y pintó varios carteles en el inicio. Por el diestro embistió en dos tiempos al inicio, sin entregarse. Por el zurdo consiguió uno largo, para volver de nuevo a la diestra y sacar los muletazos con sacacorchos. Aguantó algunas miradas el torero, e intentó, desde una buena colocación seguir haciendo faena. En el epílogo el toro pasaba sin emoción alguna. Otra buena estocada y de nuevo la ovación de La Maestranza que ha estado expectante a este torero a sabiendas del toreo que atesora.

Matias Tejela tampoco ha tenido suerte con su lote de mansos descastados, aunque ha estado entregado. Fandanguero, colorao, tocado y la penca del rabo descubierta y de buenas hechuras fue su primero. Salió frío y abanto -hoy no es noticia- este segundo de la tarde. Recibió un puyazo largo aunque pellejero, mejor se agarró el picador en el segundo. Sin brillantez quitó Pinar por chicuelinas -ya no hubo más quites, para qué, no había toros-. Ganó y pareó bien Raúl Labrada y con habilidad su compañero Gómez Pascual. Trasteó por bajo Tejela, llevándole, intentando hacerle embestir. Por el diestro el toro embistió rebrincado, tardo y quedadote. Por el zurdo se puso bien Tejela, pero Fandanguero ya no tenía entrega; tuvo muy poco fondo este manso descastado, aunque fue noble. Entró a matar con poca fe y consiguió un pinchazo trasero. A Bandurrio respondía el quinto de esta espesa tarde. Lucía bonita lámina -visto su comportamiento, la idónea para tirar de una carreta en el Rocío. Sus hermanos también- berrendo en colorao, calcetero y careto; precioso. Fue violento en el caballo en la primera entrada para sacudirse suelto, y repitió en la segunda el comportamiento; antes no se había entregado en la capa, tampoco lo haría en banderillas. Le consintió Tejela sin forzar con la diestra. Los redondos brotaban sin lustre por la embestida irregular del toro. Con la zurda, firme, consigue dos buenos; en la siguiente tanda brotaban de uno en uno, siempre estuvo bien colocado el torero y tiró de la embestida descastada. No ha estado bien Tejela con los aceros, en ambos toros pareció entrar sin demasiada entrega.

Una vuelta paseó Pinar, aunque perdió oreja por el uso del descabello

Rubén Pinar ha tenido más fortuna con su lote, al menos con su primero, Tamborilero de nombre, un dije, anovillado, colorao y acodado de cuerna. Que también saltó frío, Pinar le confió andándole hacia atrás, aunque huyó como sus hermanos en cuanto pudo. Acude solo al caballo y recibe un picotazo, tres de este calibre, con huida final, fue el comportamiento en varas. Apretó a Rivera en la brega, a Montoya y a Miguel A. García en banderillas. En este toro Rubén Pinar ha estado perfecto en la lidia, le dejó la muleta puesta desde el inicio y le enceló. Las siguientes tandas a derechas le llevó muy toreado por bajo con exquisito temple; abrocharía con un buen cambio de mano. Con la zurda también le pasó templado, ayudándose con la espada y aguantando miradas y algún parón, se mostró firme por ambos lados. Todo lo hizo Pinar, convenció al manso y le sacó faena por ambos. Qué pena que erró con el verduguillo, antes había cobrado una estocada algo desprendida, y no recibió recompensa a tan importante labor. El sexto, bautizado como Pianista, de buena presencia, colorao y bizco del izquierdo. Este mostró otra variante distinta en el saludo, fue saltarín, pero manso, claro. Se arrancó de largo en las dos entradas al caballo, cumplió sólo en la primera. Fue aplaudido Agustín Romero que retuvo bien en ambas entradas, aunque simuló el castigo en la segunda. Apretó a Juan Rivera en banderillas. En el ultimo tercio le pasó por bajo sin lucimiento. Dos tandas con la diestra, trazando hacia arriba, para confiar al manso, antes de pasarlo por la zurda; no mejoró por el pitón izquierdo, al revés, en la segunda cabeceó. Vuelve a la diestra queriendo convencer al toro -al público ya le tenía frito- y el bicho salía distraído, recurrió al martinete pueblerino para agradar, llegó al tendido... Curioso ¿En Sevilla? Por intentar sacar provecho del animal, la lidia se alargaba y se convertía casi en tentadero. ¡Za pueto zoba! Decía uno. Y se puso. Estuvo mal con la espada y descabello.

Dicen que las reatas de encaste Núñez, bautizados con nombres relativos a la música, suelen dar buenos resultados, hoy ha habido cinco, y sólo uno, y gracias al torero ha embestido. Jesús... ¡Qué cruz!

Se desmonteró José Manuel Montoliú y fue aplaudido el picador Agustín Romero.