En tarde despejada y fría al final del festejo, se ha cubierto algo más de la mitad del aforo. Los novillos de don José Luis Marca, nobles y manejables en general, el corrido en séptimo lugar, broco y descastado.

Ortega Cano, dos orejas

Finito de Córdoba, dos orejas

Curro Díaz, dos orejas

El Cid, dos orejas

Salvador Vega, dos orejas

Daniel Luque, dos orejas

Adrián de Torres, dos orejas.

Monumento al toro en Linares

Los aledaños del coso de Santa Margarita han sido remozados. Desde la subida donde se ubicaba la vieja taberna de “Los Pinetes” hasta la Puerta Grande, sus aceras y calzada han sido renovadas. Algunos naranjos adornan el entorno y un monumento en bronce representa al toro bravo. Acertada ha sido la reforma por natural, no existe en ella exageraciones estéticas. Muchos son los pueblos y ciudades que el exceso de tratamientos de “Botox” en sus calles les está haciendo perder sus arrugas y canas. Su vejez. Una aberración.

Y mientras, dentro del coso, se celebraba el IV Festival Taurino-Flamenco “Proyecto Hombre”.

Dice el maestro Paula que lo que importa en el torero es la intención. La intención de hacer las cosas bien quiere decir el maestro. Hoy don “Rafaé” los toreros han tratado de hacer las cosas con intención, con gusto, sintiendo... Vamos, como a usted le gusta; y damos fe, que en mayor o menor medida casi todos han alcanzado su objetivo. Se ha “enlotao” bien, a novillo por barba y a dos “peluas” por coleta, en unos casos más justificadas que en otros pero exageradas en todos.

Lance barroco de Ortega

El primer novillo de la tarde, de poca presencia, chico aunque armónico, mostró poca fuerza desde la salida. Ortega se gustó con el capote y lanceó con suavidad y gusto a la verónica. Se le vio siempre con buena disposición; llevó al caballo por delantales y luego quitó con dos lances y una media “arrebujá”. Intentó un quite tras la suerte de varas por chicuelinas que salió algo sucio por el lado derecho. Le mimó en el inicio a media altura y luego con la diestra logró muletazos buenos aunque faltos de ligazón por culpa de un novillo huido que buscaba la querencia a toriles. Algún natural estimable antes de coger de nuevo la pañosa con la diestra y, ahora, “espatarrao”, logra los redondos más profundos. Estuvo Ortega a gusto y se gustó en momentos, en una faena de detalles, lástima que el burel no hubiese sido más repetidor. Mató bien, despacio cobró una buena estocada.

Finito también ha estado decidido, pero le tocó en desgracia otro novillo, que aunque noble, se mostró huido yéndose de las suertes. Intentó lancear bien Finito, con gusto y relajo al bastote armado en delantero de Marca pero los lances, aunque buenos, salían desligados. Dos pares en tres entradas dejaron los rehileteros, el ultimo soberbio. Inicio por bajo el trasteo de muleta, llevando largo, enseñándole a embestir. Con la diestra hubo algunos buenos muletazos, bien trazados pero sin rima. La faena resultó coja de estructura por culpa también, como en el caso de Ortega, de las cualidades del novillo. Lo finiquitó de una traserilla y tendida que resultó efectiva.

El redondo reposado de Curro

¡Ay! Curro...

Berreón saltó a la arena el de Marca. Hasta siete lances contamos de Curro Díaz en el saludo, siete lances siete -no cantidad sino calidad-, todos resultaron limpios y bien trazados; ganando terreno y sentando la planta en cada embroque; jugando los brazos y pecheando. Algunos toques se quedaron en insinuación, la sutileza del buen gusto se hacía presente. Arrolló a Muriel en banderillas y Boni le sopló un par de toma pan y moja. Antes, como todo el encierro, había recibido una vara.  De dentro a fuera parsimonioso sacó Curro al novillo; los pases zurdos resultaron templados, los diestros templadísimos. Con la zocata hubo una sola tanda, buena y bien abrochada. Pero con la diestra el torero de Linares ha dado todo un recital de toreo, -me ha creado la sospecha de si se puede torear mejor-. Los redondos destilaban concordia y aroma. Semiabierto el compás y talonada la planta, surgía ese soniquete musical que Curro atesora en el embroque. Varias tandas de esta guisa hacía crujir el tendido. Las trincheras y los pases de la firma rubricaban su buen hacer. Una faena con fondo y forma, donde la naturalidad y la armonía presidían la obra. ¡Así sólo torean los elegidos! ¿Verdad don Rafaé? Aunque entró con fe, falló a espadas... pero el torero de escuela, ejecutado en una plaza, estaba hecho. Curro ha estado soberbio...

El Cid con poder con la zurda

Un negro paletón lidió el torero de Salteras Manuel Jesús "El Cid" en cuarto lugar. No mostró demasiada entrega en el capote saliendo huido por el izquierdo, y, fue por ese pitón por donde hemos visto al Cid de sus mejores tiempos. Dos tandas de naturales recios, con largura y mandones fueron el fundamento de su trasteo, luego el novillo se vino abajo y le faltó repetición. Bajó la intensidad de la faena por el lado derecho. Antes, en el saludo, Manuel Jesús había lanceado con sobriedad rondeña con el capote. Mató de una buena entera.

Vega se gusto con la capa

A Salvador Vega tocó en suerte un novillo gacho, de pelo negro, largo y de buenas hechuras. Hoy se ha toreado mucho y bien de capa; Vega también ha lanceado con gusto a la verónica. Protestó en varas en la única entrada y luego en banderillas esperó, pese a eso, los rehileteros dejaron dos buenos pares. Con la diestra, en el último tercio, lo pasó poco reposado y citando desde el hilo. Mejor con la zurda alargando el muletazo hasta el final. Tuvo poco fondo este novillo de Marca y Vega se justificó desde la cercanía. Mató bien entrando por derecho y cobrando una estocada algo contraria. Dejó morir buscando trofeos lo mismo haría Luque en su novillo. Estas intenciones gustan menos.

Daniel Luque ha bordado el toreo a la verónica; sus lances reposados y liados a la cintura recordaban el buen hacer rondeño; siempre con la pata p´lante, ganando terreno y cerrando con una larga templadísima. También realizó Luque un buen quite por gaoneras, limpio y de exposición. Hasta aquí, quizás lo más destacado de su paso por Linares. El novillo se había dolido en banderillas, y, pudo ser el prólogo de lo que iba a ser su comportamiento posterior. Fue a menos, y el trasteo de Luque más convencional, trazaba hacia arriba y la ligazón era inexistente. Se alargó en demasía: “Mátalo que nos da el telele... “ –Decía una señora próxima a nuestra localidad... Y nos daba. De una entera y trasera, finiquitó al burraco y bastote sexto, que aunque noble, tuvo poco fondo.

Adrián de Torres cerraba la tarde; sorteó un novillo de pelo negro, armónico y bajito, que a la postre fue el menos colaborador del encierro. Lo más destacado de Adrián fue su toreo de capa –auque en algún lance salió atropelladillo por falta de colocación- lanceó con corrección y gustándose a la verónica clásica. En el primer tercio el novillo fue tardo para acudir al caballo y Montiel tuvo que echarle el jamelgo casi encima para poder picarle. Hay que resaltar un buen par de Alfredo González. Además del mencionado toreo de capa de saludo, un quite por gaoneras ajustadísimas fue lo más destacado de este joven novillero linarense. Tras el inicio, realizado con quietud y desmayo, todo fue aguantar miradas y malas arrancadas; el trasteo en esta parte brotaba sucio. De Torres quería hacer las cosa por derecho y su antagonista no se lo permitía: tiene valor, entrega, buen gusto, sabe ponerse, quizás ahora deba aprender a zafarse de los malos enemigos. Dos veces le arrolló durante la faena y otra al entrar a matar la primera vez. De una gran estocada acabó Adrián de Torres con un antagonista que vendió cara su piel.

Bueno ya saben, lo dice Paula: “Lo que cuenta es la intención”.

Fotos: "Argos"