Ante alrededor de mil quinientas personas, se lidiaron novillos de Valparaíso bien presentados a excepción del segundo y sexto que fueron chicos. Primero y quinto mansos, los demás nobles y manejables. El segundo y tercero, buenos. José Ortiz: Saludos y silencio. Adrián Fernández: Silencio y silencio. Juan Chávez: Oreja y saludos. A pesar de la oreja que cortó Juan Chávez, este quedó por debajo de las condiciones del buen novillo de Valparaíso que le tocó en suerte. La res se fue con varias tandas adentro. Juan abusó del toreo de perfil y en ocasiones un poco encorbado. Buenas maneras mostró en ocasiones pero no terminó de redondear. Su segundo también metía bien la cabeza, sólo que Juan no supo darse cuenta y lo ahogaba por la poca distancia entre pase y pase. No quiso saber nada por pitón izquierdo y lo pasaportó de un bajonazo para salir a saludar en el tercio. José Ortiz se acabó a su segundo novillo en un tercio de banderillas lardo y tedioso. Muchos pases sin decir nada. A su primero lo entendió en el prólogo muleteril, pero poco a poco se fue a pique la faena quedando todo en una benévola salida al tercio. Adrián Fernández mostró serenidad y acoplamiento a las condiciones del segundo del festejo, aunque a mitad de faena el astado mostró que tenía muy buena calidad por pitón izquierdo y fue cuando Adrián entró en un mar de dudas y no pudo más. Con su segundo había que tragar desde un principio para que el astado supiera quién era el que mandaba. La situación no fue así por lo que la res se defendió tornándose peligrosa y desarrollando sentido. |