Ante un cuarto de entrada, se lidiaron toros de Castorena con edad, pero trasijados. El tercero anovillado con poca cara. En cuanto a comportamiento buenos primero y segundo, los otros dos manejables. Javier Escobar El Fraile: Oreja y saludos. Guillermo Ramírez El Mexiquense: Saludos y saludos. El Fraile en su primero, un toro que comenzó reservón pero que rompió en bueno, se preocupó más por los adornos que por bajar y correr la mano largo, sobretodo por pitón derecho que era donde la res se entregaba. Alguno que otro pase bueno y nada más. Cortó una oreja muy barata tras una estocada baja. Con su segundo toreó muy lejos y se vio sin los recursos necesarios para lidiar a un manso que no tenía malas ideas. Otro bajonazo para saludar inmerecidamente en el tercio. El Mexiquense no supo que hacer con el otro astado noble del encierro. Anduvo sin plan y no paró los pies. Sin dignidad saludó en el tercio. A su segundo lo lidió con muchas precauciones toreando muy lejos. Tampoco tuvo planteamiento su faena y se arrepentía de los terrenos que pisaba yendo de un lado a otro sin llegarle al toro. Otro bajonazo descarado para saludar benévolamente en el tercio. No cabe duda que los años no pasan en balde y estos dos toreros necesitan reflexionar acerca del destino de sus carreras. |