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Con ½ entrada se lidiaron, en la noche de ayer en Las Ventas, novillos de Joselito, 3º, 4º, y 5º y el resto con el hierro de Martín Arranz, muy terciados y de juego excelente, salvo tercero y sexto. Marco Antonio Gómez, saludos y oreja tras aviso Ana Infante, saludos tras aviso y oreja José Ramón García “Chechu”, silencio y saludos. Que divertidas y que festivas con las novilladas nocturnas en Madrid. La verdad es que si yo fuera novillero estaría deseando poder ir a uno de estos festejos, puesto que la probabilidad de triunfar aumenta enormemente en comparación a un domingo cualquiera. Simplemente con una voltereta bien dada, (eso sí, en el caso de Ana Infante, bastante fuerte), dos medios muletazos y un bajonazo delantero y con derrame, pues con eso ya tenemos una oreja, lo cual me lleva a pensar que si hace media faena la puerta grande no se le había escapado y en su defecto si hace faena entera, el clímax total. Veamos otro capitulo de la misma obra, en este caso la de Marco Antonio, en su caso la oreja es un poco más merecida, puesto que intentó torear lo mejor que pudo a un extraordinario novillo y eso es lo malo, que el novillo era de “cortijo”, vamos de los que te ponen la llave de la finca en la mano, para que tu sólo tengas que cogerla y ya tienes finca. Pues de esta manera, Marco le toreo muy poco vertical, más bien todo lo doblado que su altísimo cuerpo le permitía, con lo que vimos una faena aseadita, pero sin ningún toque de clase por parte de un torero, que tenía ante sí a un novillo que le permitía el toreo soñado y seguramente no fue el que interpretó. Al contrario, el mejor toreo de la noche lo realizó el jovencísimo Chechu, pero la noche no estaba para toreo de clases, además pechó con un lote malísimo. Esperemos que en sucesivas actuaciones, tenga más suerte el novato Chechu. |
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