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Por problemas de conexión en Barcelona, no pudimos dar la información del festejo del domingo 10. Pedimos disculpas y damos la crónica del festejo celebrado ese día. Con poca entrada se han lidiado cinco toros de Victoriano del Río y uno de Cortés, de buena presencia y encastados en general, aunque con pocas fuerzas. Javier Conde, pitos y pitos. El Cid, silencio y ovación con saludos. El Fandi, vuelta al ruedo y vuelta tras fortísima petición. La expectativa por ver al triunfador de Sevilla "El Cid", no se vio decepcionada ante la torería del matador de Salteras que gustó en la Monumental. Tuvo poca tela para cortar en su primer enemigo(el único toro de otra ganadería) y se silenció su labor. Con su segundo, el sevillano demostró que mueve la muleta con delicioso temple y largura, aprovechando las condiciones de su animal. Lo mató de pinchazo y una entera, aunque un tanto caidilla. Recibió una calurosa ovación desde el tercio. "El Fandi", una vez más, cifró su éxito en sus extraordinarias facultades de rehiletero. En su primero, hizo cuanto pudo por sacarle faena, pero se confió y fue cogido recibiendo una fuerte voltereta que lo hizo visitar "el hule" al final de la faena; mató de varios intentos y dio una vuelta al ruedo. Con su segundo, a pesar de la paliza, le pegó una larga cambiada de rodillas, se esmeró aún más en los palos y toreó a gusto de muleta. El palco, no obstante, le negó la oreja que pedía fuertemente el público emocionado. Javier Conde, sigue esperando que le salga un toro para bordarlo como en aquella noche mágica en Málaga; mientras tanto, sólo les espanta las moscas, los mata de sartenazos o los deja barrenar en el primer tercio. Una decepción, aunque el público ya sabe lo que se puede esperar de él. |
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