Les ofrecemos a continuación la crónica completa del festejo de ayer en Pamplona, realizada por nuestro compañero Lázaro Echegaray, que ocasionalmente asistió ayer al festejo de la capital Navarra y retrasada en su entrega por motivos técnicos.

Serio, armado y bien presentado el encierro que Cebada Gago ha enviado este año a la feria de San Fermín. Todos muy parejos y sin excesivo peso, de comportamiento aceptable, sin aparecer el típico marrajo complicado que en ocasiones sale en este hierro. El de peor nota ha sido el primero, que ha correspondido a Domingo López Chaves. Al salmantino se le ha visto con ganas de agradar y valiente con un toro mirón y buscón, que generaba peligro. Le ha planteado toda la faena en los medios, empezando de rodillas y volviendo a esta posición cuando ya el burel había desarrollado mucho sentido. Estocada, descabello y vuelta al ruedo. Su segundo tenía en su envestida un peligro ciego pues aunque noble y fijo, seguía la muleta a paso muy lento y a veces desparramaba la vista. Le ha conseguido ligar las tandas y lo ha pinchado al entrar a matar por primera vez. Ha dejado luego una media estocada y una vuelta al ruedo. Francisco Marcos le ha cortado una oreja a su primero, un toro llevadero al que ha recogido bien a la verónica y que ha ido bien al caballo. Este toro ha volteado a Robleño cuando quitaba por faroles. En la muleta Marco ha estado digno en la derecha y un tanto soso en la izquierda. Ha dejado una buena estocada. Las ganas de salir en hombros de su plaza le han llevado a recibir a su segundo a portagallola, para luego darle faroles de rodillas. La faena ha desmerecido en la muleta. Lo ha pinchado y ha dejado una media. El primer toro de Robleño ha acusado, desde el primer momento una querencia a tablas. Se ha decidido el madrileño por darle su terreno, pero era un toro algo brusco y raro de embestida Le ha dejado media estocada en buen lugar. Robleño ha cortado una oreja, de regalo, a su segundo.