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Ayer domingo 3 de julio, con menos de un tercio de entrada se han lidiado toros para ser muertos a rejones de Sánchez Cobaleda, mansos y descastados. Álvaro Montes, silencio y silencio. Sergio Galán, silencio y ovación con saludos. Diego Ventura, ovación con saludos y oreja. Poco se puede decir de una corrida en la cual el verdadero protagonista es el toro y su bravura, y que no estuvo presente esta tarde. Los caballistas estuvieron, de todas maneras, deseosos de agradar, pero se estrellaron ante la imposibilidad de mayor lucimiento dada la mansedumbre del ganado. Diego Ventura, espectacular como siempre, fue el único que tocó pelo, al cortar una oreja de su segundo animal. |
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