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El pasado viernes, se le tributó un merecido homenaje a Pedro Naranjo Fernández, por su trayectoria como presidente de la Plaza de Toros de Ciudad Real. En su corto periodo en el palco del coso capitalino, concretamente durante tres temporadas, consiguió subir el listón de dicho coso. La honradez y velar por los intereses de los aficionados eran las máximas de este presidente. El hecho de cumplir con el reglamento taurino fue el detonante para que lo cesaran del cargo antes de que diera comienzo la temporada taurina en Ciudad Real. En solidaridad con él, el presidente suplente Antonio Espadas, dimitió de su cargo. En la cena homenaje, que organizó el Ateneo Taurino Manchego, se le hizo entrega de distintos galardones, entre ellos el nombramiento de socio de honor. Al acto acudieron todos los que creyeron que la labor de Pedro Naranjo al frente de la presidencia había sido encomiable, entre ellos su equipo; Antonio Espadas, presidente suplente, Ricardo Pérez de Inestrosa, asesor taurino, Manuel Hervás, asesor taurino suplente, todo el equipo de veterinarios de la Plaza de Toros de Ciudad Real, Rafael Ruiz, médico del coso, Lourdes Serrano, alguacililla. También estuvo presente Vicente Utrero, el anterior presidente, entre muchos aficionados y miembros de peñas taurinas. Con referencia al gremio del mundo del toro asistió José Ignacio de la Serna, apoderado del diestro daimieleño Luis Miguel Vázquez y también el padre del torero. Los ganaderos Alberto Marín, padre e hijo y Juan Vidal. |
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