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Con 1/5 de entrada, se han lidiado novillos de Fidel San Román, bien presentados y de juego desigual, destacando el sexto por su nobleza. Miguel Ángel Cañas, silencio tras aviso y silencio tras aviso. David Mora, silencio y silencio. Emilio de Justo, silencio tras dos avisos y oreja. Menos mal, que en el sexto sucedió lo que casi nadie nos esperábamos y pudimos ver torear, aunque fuera a rachas, a un novillero, que cuando menos tiene cierta clase y proyección, Emilio de Justo. Sus compañeros de terna, vinieron a demostrar lo que estamos denunciando día tras día en los novilleros y no es otra cosa que lo que les falta es eso precisamente, estar en novilleros. Aun así, habrá alguien que me diga que a David Mora, le pegaron muchas volteretas sus novillos, sí, así es, le pegaron varias, pero se las dieron por quedarse quieto sólo, o en cambio se las dieron por no estar en el sitio, que también puede ser y para nada es lo mismo. Miguel Ángel Cañas, sin pena ni gloria, que es lo peor que se puede decir de un novillero y tampoco quiero entrar a valorar si sus novillos fueron buenos o malos, lo que está claro es que por lo menos se movieron y eso para un novillero debe ser suficiente y en este caso no lo fue. David Mora, lo dicho sólo volteretas y poco más, porque además torea para afuera y en ese terreno no hay acople que valga. Emilio de Justo, tuvo la buena idea, de sacarnos del aburrimiento reinante en toda la tarde, con poquita cosa, es verdad, pero es que visto lo visto nos conformamos con cualquier cosa y a día de hoy en Madrid, sólo con ver a un novillero ponerse en el sitio, ligar, tener cierto gusto y matar por arriba, nos ayuda a valorar positivamente su labor y premiarle con una orejita, que seguramente a él, le sabrá a gloria. Eso sí Emilio, esperamos mucho más de ti, por el buen corte de torero que tienes. |
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