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Pedimos disculpas a nuestros lectores puesto que, muchos de ellos, lógicamente, mantenían - y lo seguirán haciendo- una fluída correspondencia con nuestro director Antolín Castro que, en estos momentos, se encuentra de viaje por tierras de Canadá. Tras cinco días de ausencia, todo el equipo, somos capaces de añorarle puesto que, su impagable labor, su ilusión y su inquebrantable fe en nuestro proyecto, han sido las armas que nos han llevado al lugar que ahora ocupamos. En breve, si Dios así lo permite, seguiremos contando y gozando de su presencia, sin lugar a dudas, el bien más preciado para nuestra revista. Al margen de extrañarle, entendemos que, las vacaciones de Antolín Castro respecto a sus quehacres como director de este ilusionante proyecto, era una deuda que manteníamos con él puesto que, tanto esfuerzo y sacrifício, bien merecía la pena este alto en el camino. Que tengas, amigo querido, una estancia placentera en esas hermosas tierras y que, a tu regreso, sigamos gozando de tu inmensa capacidad de trabajo y, ante todo, de tus más bellas lecciones en todos los órdenes. |
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