Con más de media plaza cubierta se ha celebrado la novillada de feria en la localidad madrileña de Coslada. Se han lidiado novillos de Torrenueva, de juego desigual, chicos y flojos a excepción de 5º y 6º.

Jorge Arellano, silencio y dos orejas
Sergio Marín, oreja en ambos
Ana Infante, vuelta y dos orejas y rabo.

Se presentaba con los del castoreño la torera Ana Infante y ese era un atractivo añadido a la novillada. Ana ha estado decidida y valiente toda la tarde, ha manejado el capote con gusto y ha venido dispuesta a decir que tiene ganas de escalar posiciones. Mal con la espada en su primer novillo, inválido absoluto, que ha pasado más tiempo en el suelo que de pie, y en el que no pudo desarrollar faena. En el último, poderoso de fuerzas, que la arrolló de muy mala manera al llevarlo al caballo dejándola maltrecha, ha realizado una faena sobre la mano derecha de mucho coraje y decisión y lo ha matado de una gran estocada algo desprendida. El público la premiaba con el corte del rabo gracias a su entrega durante toda la tarde y al coraje mostrado tras el impresionante revolcón.

Jorge Arellano ha estado suficiente en sus dos enemigos, mostrándose seguro a veces y otras un poco como de entrenamiento, sin apasionarse. Mal con la espada en el primero y con una faena limpia pero superficial en el mejor novillo de la tarde.

Sergio Marín, que también resultó cogido feamente en su segundo, dejándole con las vergüenzas al aire, se ha mostrado profesional y con ganas en su primera actuación  en su pueblo, si bien todo ha sido deshilvanado y deslucido por las pocas fuerzas del primero y lo correoso del quinto. No obstante, el público ha estado muy cariñoso con su paisano y le han premiado con una oreja a la muerte de cada uno de sus novillos.