|
La verdad, es que hoy desde arriba, también se sintió la emoción de ver venir ese toro, pero desde el callejón la emoción es mucho mayor. Ver venir el toro, desde allí abajo es una sensación, que además de poco frecuente, es espectacular y hoy gracias a Fernando Robleño y en especial, a ese tercer toro de Adolfo, la hemos vivido en la plaza de Madrid. Luego, en la faena de muleta, habrá distintas valoraciones, de si el toro ha sido bueno en la muleta o no, pero la verdad es que el tercio de varas ahí quedo. Y como diría aquel, “ahí queda eso”. |
|