¡ A la cárcel ¡ Que detengan al que se le ha ocurrido suspender la corrida sin consultar a nadie. Ponen a los toreros a los pies de los caballos y al público de mala leche. Y con la que estaba cayendo. Parecía que no había llovido nunca, cosa que es cierta. Cuando se volvió a anunciar por megafonía que se reanudaba el festejo, el ruedo estaba poblado de almohadillas debido al enfado del respetable. Tenía que haberlas recogido una a una el presidente, D. César Gómez. Que desfachatez. Total; en la presidencia, un incompetente. En chiqueros, unos miuras ruinosos. En el ruedo, tres valientes gladiadores. En los tendidos, unos benditos. Recomiendo al policía que se disfraza de paisano con pinta de muerto de hambre para pillar a reventas circustanciales ( un pipiolo a las siete menos diez en las mismas taquillas ), que detenga también al incompetente que provocó el altercado de ayer. |