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A quienes, de listos, quieran decir que no es cierto, hay que advertirles que así fue: "La autoridad de acuerdo con los toreros han decidido suspender la corrida por el mal estado del piso". Decirlo al término del cuarto toro, que como el tercero se había lidiado bajo lluvia torrencial, y salir corriendo el público todo fue uno, además de los que ya estaban en el interior a resguardo de la lluvia; también empezar a tirar almohadillas al ruedo. Nosotros salimos, como uno más y más tarde nos enteramos que se desdijeron y continuaron la lidia de los dos que faltaban. A eso, suavemente, se le puede llamar descontrol; de otro modo: fraude. Se lidiaba una corrida de Miura en este vigésimo primer festejo de feria. Flojos, inválidos y descastados hasta que se suspendió. Dos, de los cuatro, fueron devueltos y sustituidos por sobreros de Puerto Frontino que se movieron más aunque sin resultar buenos. El Fundi, silencio en su lote José Ignacio Ramos, ovación Juan José Padilla, ovación tras petición. NOTA: Lo que sucediera después no lo vimos, pues fuimos de los que nos marchamos de la plaza tras el mensaje. Por información posterior, de aficionados que nos llamaron para, indignados, protestar enérgicamente por esta falta absoluta de seriedad, hemos podido saber que los dos toros restantes se han lidiado en el barrizal, con el siguiente resultado: José I. Ramos, ovación tras aviso Juan J. Padilla, ovación. |
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