Para un neófito como yo en el bello arte del rejoneo, no me queda otra que no perderme ni un solo detalle de lo que acontece en el ruedo. Impresionantes las cuadras de caballos de los tres jinetes. Con una doma y una elegancia que a uno le dejan perplejo. Es un auténtico espectáculo para la vista. Luego a la hora de clavar, de torear con las cabalgaduras ya es otro cantar. Hoy quien de verdad me ha gustado, en eso coincido con el veredicto final, ha sido Sergio Galán. A pesar de la dificultad de sus toros, ha sabido imponer su torería. Vuelven las caras nuevas a los tendidos, aprovechan los abonados a quedar bien con los amigos y las mujeres pueblan la gran mayoría de las localidades. Una menos. Nos metemos de lleno en la semana torista... |