He invitado a la corrida de hoy a un amigo mio que hacía más de diez años que no asistía a una corrida de toros. Aquel fatídico día perdió la ilusión. No le emocionaba lo que había en los ruedos. Ayer volvió “obligado “ por mi. Me preguntó quien era ese al que llamaban “El Cid”. A Rincón ya le conocía de su anterior etapa de aficionado. Del Gallo no sabía nada. Ahora, sigue sabiendo quien es Rincón, se ha quedado con las ganas de volver a ver a Eduardo Gallo y lo que ya no se le va a olvidar en la vida es quien es “EL CID”. Pudo disfrutar de dos buenas faenas del colombiano, un pelín manchadas por el uso de los aceros. La segunda al cuarto toro me pareció importante. Y gozó con el faenón del sevillano de Salteras por su perfección, su templanza, su majestuosidad... Hoy ha sido el dia que más tarde hemos salido de la plaza debido a esos naturales interminables. Me da igual que “la tizona” no la tuviese afilada, ya que hemos presenciado una faena histórica. No se que habría pasado si entierra el estoque, ya que la plaza era un manicomio. Se me siguen poniendo los pelos de punta. Me alegro por haberle devuelto a mi amigo la ilusión por volver a ver toros. Esto es la fiesta. |