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Hoy en el callejón, era el día de los aguantas, “aguanta el toro”, “a ver si aguanta” y lo peor de todo esto, es que el único “aguanta” que ha habido en toda la tarde, ha sido el “aguanta el chaparrón”, que era de lo que querían escapar los toreros. Y es que la corrida de Domingo Hernández, con su justeza de fuerzas, no ha provocado otra cosa en los tendidos que ira y aburrimiento general. Esperemos, que esto sirva de muestra, para que al año que viene algunos toreros, a los que parece que se le ven posibilidades, se apunten a alguna ganadería que, por lo menos, les de la opción de demostrarlo. |
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